Reflexiones
Hoy, día contra la mal llamada Violencia de Género,y digo mal llamada porque la violencia no tiene género, quiero decir que dentro del ámbito familiar hay violencia cuando un hijo pega a unos padres, o cuando una mujer pega a su marido impedido, por lo que creo que la definición exacta es la utilizada por los anglosajones, que la denominan violencia en el ámbito familiar, definición que no discrimina a nadie ni por su sexo ni por su condición, y una vez reflexionado sobre este preocupante tema, escribo estas líneas para lanzar una pregunta al aire: ¿Qué mal ven ustedes en que un padre separado, de la madre del menor, no de éste, fuera de su reducido horario de visitas a su hijo, se dirija al colegio del mismo, una vez al mes, como mucho dado que su horario laboral no lo permite, a verle 5 minutos en el recreo o a la hora del comedor, previo acuerdo con el colegio, y por supuesto pagando su cubierto? ¿Les parece razonable que la directora del colegio llame a este padre diciendo que la madre se niega a que esto ocurra? Señalo que el padre ostenta la patria potestad al 50 %, ¿rompe la estabilidad del niño por hacer esto? Y todo porque este padre, por hacer bien las cosas comunicó al colegio la intención de efectuar esporádicamente estas visitas, a lo cual la directora del centro respondió que le pediría permiso a la madre ¿Permiso? ¿Acaso es su posesión? Quien debería permitirlo u oponerse seria el colegio única y exclusivamente, ¿no?
Es triste que para esta tontería esta persona tenga que presentar un escrito al Juzgado, pagar procurador y letrado, esperar que salga juicio, le den la razón, gastar unos miles y que cuando salga la sentencia el curso escolar haya terminado y posiblemente el niño sea matriculado en un nuevo colegio, con lo cual el próximo año a empezar de nuevo. Es triste que se use a nuestros indefensos hijos como arma contra nosotros mismos, sus padres. Es triste que detrás de todo esto, por lo menos en este caso concreto, el único móvil no sea nada mas que el dinero, pues el detonante de todo esto no es mas que el no ceder a las pretensiones de ella en la liquidación de la sociedad de gananciales. En fin, el vil metal, que envilece a las personas y endurece los corazones, y no entiende de sexo, ni edad, ni raza. Ojala algún día este padre pueda disfrutar de todo lo que le han arrancado de su lado, pero el tiempo perdido con su hijo ya no podrá recuperarlo jamás, todo lo que se ha perdido, perdido está, y eso nada podrá pagarlo, pero si al final consigue tener consigo a su pequeño tesoro, el precio habrá sido pequeño. Menos mal que en la lucha tampoco está solo, pues una gran mujer le acompaña día a día en esta ardua batalla, dándole todo su amor y apoyo. Quienes me conocen saben de quien hablo, pero por las posibles represalias, no quiero dar nombres, aunque por desgracia este caso se que no es único, pues es el día a día de muchos hombres. Quiero para despedirme agradecer a la junta directiva de la APFS Asturias, a la cual pertenezco, y a su abogada Gemma, la gran labor que por todos nosotros hacen cada día.
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