Las redes A-sociales
El ser humano desde su nacimiento ha sido capaz de desarrollar habilidades y elementos (utensilios) para poder hacer el día a día más fácil y ser eficientes en la consecución de los objetivos preestablecidos.
En este sentido y en contraposición también hemos desarrollado cierta habilidad (por llamarlo de alguna manera) para utilizar nuestros conocimientos de manera errónea, egoístamente en nuestro beneficio y en ocasiones para causar el daño ajeno e incluso el nuestro propio. Véanse ciertos ejemplos a lo largo de la historia; el fuego (de ser desarrollado para calentarse y cocinar alimentos a ser usado como arma); conocimientos derivados de la investigación para la cura de enfermedades han sido la base para la creación de armas de naturaleza biológica que podrían acabar con la población de la tierra en pocas horas y así una innumerable lista de activos desarrollados para «bien» y que finalmente se utilizan para «mal».
Hoy, en pleno siglo XI, hay un fenómeno que en los últimos años ha golpeado a nuestra sociedad con una fuerza enorme, en gran medida de manera positiva pero que, por desgracia, empieza ser un claro ejemplo para añadir a la lista la cual les mencionaba más arriba. Elemento integrador por excelencia, me refiero a las redes sociales en internet y hago hincapié en la coletilla «en internet», ya que la red social no es un elemento nacido de «ayer para hoy», siempre han existido, «estructuras sociales compuestas de grupos de personas, las cuales están conectadas por uno o varios tipos de relaciones, tales como amistad, parentesco, intereses comunes o que comparten conocimientos».
Por tanto es en las primeras en las que quiero centrar estas líneas; «plataformas virtuales» más que conocidas e incluso utilizadas por todos nosotros, probablemente con Facebook a la cabeza y fielmente acompañada por los Twitter, Tuenti, Sonico... y así podría estar un buen rato. Pues bien, yo usuario confeso de las RS (redes sociales), estoy ya percibiendo aquel doble uso el cual les apuntaba al principio, cansado de ver cómo niñas (que efectivamente lo son aunque no lo quieran ver) de apenas 14 años, edad muy por debajo de la permitida por las denominadas «advertencias legales» las cuales aceptas a «golpe de click» y listo; suben fotos de cierta naturaleza comprometida (por decirlo de una manera más suave) para que un abrumador número de usuarios desconocidos puedan verlas, opinar, descargar (...) e incluso algo peor.
Esto es, señores, un uso indebido y a los gestores de estas redes solamente se les ocurre poner un botoncito muy mono que dice: denunciar foto/denunciar usuario, lo accionas y rápidamente restringen la pagina al denunciado; ¡vaya! una «medida drástica y muy efectiva». Con darse de alta otra vez, poner que tienes 16 años en el formulario y aceptar las «tremendas condiciones legales» asunto solucionado.
No hay que olvidar que en nuestro país se han dado casos realmente atroces, los cuales tienen su origen en relaciones o conflictos iniciados en estas redes, no hace falta irse muy atrás en el tiempo ni tampoco hace falta que yo les refresque la memoria.
Desde aquí quiero decir a los papás y mamás de los jóvenes de nuestro país que controlen las actividades de sus hijos en la red y a los jóvenes, que controlen a sus mayores, ya que tanta culpa tiene el que golpea como el que sujeta al golpeado.
En definitiva, yo, usuario confeso de las RS, busco incansablemente el botón: denunciar padres, pero se les debió de olvidar ponerlo.
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