La edad tiene potestad
Cuando se llega a cierta edad, la vida se ve desde otras perspectivas más serenas y sensatas. Ya no tienes necesidad de aparentar, de demostrar nada, de tragarte saliva y comulgar con ruedas de molino.
La edad te da la posibilidad de observar desde arriba el cómo la estupidez, la intransigencia y la vanidad, hacen estragos en los de menor edad. El cómo reaccionan caprichosamente ante temas intrascendentes, pretendiendo incluso mezclar sus complejos y prejuicios con reacciones exageradas e infantiles que por supuesto desde este pedestal de madurez, no son admisibles. Siempre existieron personas que buscan cinco pies al gato, que viven en confrontación y polémica permanente, queriendo demostrar más capacidad que nadie, más ansiedad por tener, por aparentar... En el fondo todo se resume a su propio complejo de inferioridad.
Son gente negativa en busca de discusión por ¡na! Me propuse huir de ese tipo de personas, no siempre se consigue. Pero sí que sepan con quien tratan.
Uno puede cometer errores, pero por ellos no se puede exigir penitencias de culpabilidad, ultimátum y confrontación; cada cual es como es, qué se le va hacer, no podemos caer bien a todos. Cada cual debe buscarse su propio entorno, sin más, cuando no sabe convivir con otros.
Si los jóvenes reflexionaran verían que si una persona llegó a 70 años con sus propios determinantes, no puede usted ponerle en aprietos y encerronas por tener la personalidad y el carácter con el que ha sobrevivido y convivido hasta ahora. Si usted es caprichoso, tráguese sus caprichos, pero no los pretenda elevar a conflicto con quien no lo busca.
No permití jamás que nadie me hiciera pasto de sus caprichos y complejos, menos ahora que me sostiene la tranquilidad de llegar hasta donde he llegado siendo como soy. Por supuesto que supe pedir perdón y rectificar cuando me equivoque. Lo seguiré haciendo, siempre aceptando que:
"Solo yo puedo juzgarme. Yo sé mi pasado, yo sé el motivo de mis opciones, yo sé lo que tengo dentro. El daño que me han hecho, el que pude hacer. Yo sé cuánto he sufrido, yo sé lo que es ser fuerte y frágil, yo y nadie más" (Oscar Wilde).
Añadamos: Aprendamos a perdonarnos a nosotros mismos. Todos sin excepción somos imperfectos.
Cada cual debe ser feliz a su modo, sin más. Si me permiten un consejo, aléjense de las personas negativas y muy susceptibles, son pasto de su soberbia, nefastas para una vida plena y feliz. Busquen a las personas adecuadas para compartir la vida. Si lo hacen con personas conflictivas y negativas serán pasto de su voraz intransigencia por un egoísmo sin límite.
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