Ni en elecciones los partidos tienen en cuenta la discapacidad
"Señores políticos, no olviden que la discapacidad no es solo un problema familiar, también lo es social".
Hoy escribo sobre un tema que ningún político quiere ver:
La discapacidad en estado puro y duro y los efectos colaterales de la misma. Tomen asiento y visualicen lo que a continuación les voy a contar.
Voy a dejar mi punto de vista para ponerles en situación.
Un día cualquiera de los 365 que tiene el año, en cualquier parte del mundo; una familia con un hijo/a con autismo severo no verbal, llamémosle Víctor, Fernando, Margarita, Valeria, Naomi, Luan, Raúl, Sara y un largo etc. Estas familias tienen una lucha constante para darles calidad de vida a sus hijos/as, pero les faltan recursos, apoyos, necesitan tener un respiro, poder descansar.
Cuando sus hijos no duermen o lo hacen una o dos horas, los padres tienen que estar en vela, o atender sus demandas. Salir en coche con ellos a pasear, intentar calmarles cuando su frustración llega al límite al no poder comunicar verbalmente lo que les está ocurriendo, y las consecuencias las sufren los padres y, no, sus hijos no son agresivos, no son hijos que haya que denunciar por su comportamiento inadecuado, no son caprichosos ni consentidos... son personas con autismo, ese gran desconocido para toda la sociedad. Ese autismo que pega, pellizca, corre, salta, grita, se autoagrede dándose golpes, cabezazos contra la pared, ventanas o el mismo suelo. Esto y mucho más es el autismo severo no verbal.
Mención aparte es cómo se tratan estos comportamientos: contención mecánica o química que les vuelve vegetales, perdiendo la dignidad y calidad de vida.
Si ustedes tuvieran empatía y escucharan a estas familias verían que si las ayudas públicas que tan alegremente se dan a los poderes fácticos (banca, Iglesia, medios de comunicación, Ejército) las dieran a estas personas, su calidad de vida y la de sus padres saldría muy beneficiada. Pero sé que pedir lo que es de justicia es como pedir peras al olmo.
Otro tema que ustedes no ven o no quieren ver es las viviendas para estas personas que aún viven con sus padres pero que generan graves problemas con el vecindario.
La razón es muy sencilla y complicada a la vez, ellos por su autismo severo, ese autismo que pega, pellizca, corre, salta, grita, se autoagrede dándose golpes, cabezazos contra la pared, ventanas o el mismo suelo... molestan a los vecinos, sobre todo si viven en pisos.
Hay que entender que los vecinos tal vez soporten por unos minutos o quizás unas horas, pero cuando es un día sí y otro también es lógico que protesten; cada uno tiene su vida y sus circunstancias, si ya nos molestan cuando en casa del vecino están haciendo obras, imaginaos vivir estas situaciones a diario.
Pero las personas con autismo tampoco tienen culpa de nada, bastante tienen encima como para cargar con las culpas de su autismo, ese autismo que no es una bendición como escucho muchas veces, ni los convierte en ángeles, ni les ocurren cosas maravillosas aunque se les dé una oportunidad.
Aquí, señores políticos, es cuando el autismo o cualquier clase de discapacidad se convierte en un problema social al que hay que dar solución con prontitud.
Según mi punto de vista, hay varias opciones:
En cada comunidad autónoma hacer urbanizaciones para personas con discapacidad y así no molestan a nadie.
La sociedad estaría encantada de perdernos de vista, aplaudirían la idea de crear guetos para los invisibles e incordiantes hijos de un dios menor... Pero se van a quedar con las ganas porque estas personas tienen derecho a estar en el mundo como los demás.
Otra opción a tener en cuenta y que sería la menos mala (que no la ideal porque serían viviendas estigmatizadas, ya sabes... no te acerques a esas casas que hay gente muy rara) sería insonorizar las viviendas y adecuarlas a las necesidades de la persona con autismo.
Al insonorizar la casa se acaban las molestias vecinales y sería una solución tanto para los vecinos como para los propios autistas, ya que ellos tampoco soportan el estruendo que hacen muchos ciudadanos cuando hacen sus fiestas particulares en sus casas o en la calle; voladores, petardos, música a todo volumen, etc.
Digo yo, con tantos millones que se gastan subvencionando los poderes fácticos que solo sirven para llevárselo calentito y robar a manos llenas... habría dinero para estos ciudadanos cuyo pecado ha sido nacer con DC pero al igual que tienen derecho a nacer también tienen o deberían de tener una vida digna.
Señores políticos, las elecciones están a la vuelta de la esquina, aunque la dura realidad es que en ningún programa político, del color que sea, lleva la discapacidad en él. La razón de no llevarla en sus programas es porque no importan a nadie; así de claro y así de vergonzoso.
Pero no olviden que gracias a la discapacidad viven muchas personas porque esta genera muchos puestos de trabajo.
La pena es que no siempre los trabajadores están a la altura de las personas dependientes (eso sí que debe ser mirado con lupa) todo aquel que trabaje con estas personas su punto de referencia debe de ser tratar a quien tiene a su cargo como si de un hijo o padre propio se tratara.
Hemos celebrado el día de la madre, el mejor regalo que se le puede hacer a las madres que tenemos hijos/as con DC es garantizarles una vida digna para el día que ya no estemos.
Señores políticos, nunca olviden que gobierne quien gobierne los derechos de nuestros hijos, si se les niegan, se luchan y se defienden.
Debe rellenar todos los datos obligatorios solicitados en el formulario. Las cartas deberán tener una extensión equivalente a un folio a doble espacio y podrán ser publicadas tanto en la edición impresa como en la digital.
Las cartas a esta sección deberán remitirse mecanografiadas, con una extensión aconsejada de un folio a doble espacio y acompañadas de nombre y apellidos, dirección, fotocopia del DNI y número de teléfono de la persona o personas que la firman a la siguiente dirección:
Calvo Sotelo, 7, 33007 Oviedo

