La melatonina y el cáncer

Estimado señor director,

En respuesta al artículo publicado en su periódico titulado "Relación entre melatonina y cáncer" publicado el 28 de abril en el periódico, nos gustaría hacer algunas precisiones a datos que se mencionan en el mismo y que dada nuestra experiencia en el tema, nos parece imprecisos o incluso incorrectos.

La melatonina se sintetiza en la glándula pineal además de en otros muchos tejidos, pero la pineal no está para nada situada en el núcleo supraquiasmático sino en la parte superior del diencéfalo, posterior al tercer ventrículo. Además, tampoco es correcto que la melatonina se encargue de comunicar al cerebro si es de día o de noche. Es, más bien al contrario, es la presencia o ausencia de luz lo que, a través del SCN, y a través de un mecanismo que implica otras vías nerviosas determina la síntesis de melatonina por la pineal. La melatonina es, un mediador que químico que el cerebro utiliza para sincronizar los ritmos a las funciones fisiológicas.

Si bien la síntesis de melatonina se produce en distintos tejidos y órganos, es la producida y liberada por glándula pineal la principal responsable del aumento nocturno en sangre de la melatonina. Además, en el artículo se comete un importante error y es que en realidad el aumento de melatonina en sangre se produce, en humanos, entre las 2.00 y las 4.00 de la madrugada, siendo alcanzado su pico máximo hacia las 3.00 de la madrugada. La melatonina no es un somnífero, es una sustancia que abre la puerta y predispone al sueño, pero en ningún caso es un inductor directo del sueño. También es cierto que la concentración sérica de melatonina, a partir de las 4-5 de la mañana, comienza a descender y al amanecer, y durante el resto del día, en presencia de luz, los niveles de melatonina en sangre son muy bajos.

La evidencia de que los campos electromagnéticos alteran la síntesis de melatonina por parte de la glándula pineal no se sostiene atendiendo a los resultados científicos, ya que los múltiples estudios realizados hasta la fecha han demostrado una nula variación. En el laboratorio del Dr. Russel J. Reiter, de la Universidad de Texas en Estados Unidos, estudiaron durante más de 20 años esta posible interacción sin encontrar ningún efecto relevante en la síntesis nocturna de melatonina. El profesor Reiter es una autoridad en la investigación sobre melatonina, fue la persona responsable del su descubrimiento como sincronizador de la reproducción en animales con ciclo reproductivo anual. Es más, él y su grupo son en gran medida participes del descubrimiento de muchas de sus propiedades biológicas.

Es indiscutible que la exposición a luz nocturna inhibe casi completamente la síntesis de melatonina y se ha demostrado que el rango desde los 420 (azul-morado) a los 600nm (amarillo) es capaz de bloquear significativamente el aumento de melatonina nocturno, siendo la más eficaz en dicha inhibición la que se sitúa en el rango de 450-70 nm (azul). Desde hace 2 décadas se han publicado varios estudios epidemiológicos acerca de la influencia del trabajo nocturno en la salud humana y en algunos de ellos se ha demostrado que la exposición a luz durante la noche en trabajadores a turnos está asociado estadísticamente a un riesgo mayor de padecer algunos tipos de cáncer. No obstante, es importante aclarar que en muchos de estos estudios la asociación matemática no es muy fuerte y en términos generales se requieren muchos años de trabajo nocturno para demostrar dicha asociación. En algunos de estos estudios se ha demostrado que los pacientes de cáncer muestran unos niveles nocturnos de melatonina menores con respecto a individuos sanos sin exposición a luz nocturna. Estas investigaciones llevaron a la OMS a considerar el trabajo nocturno y el trabajo a turnos como un “potencial carcinógeno”, lo cual no significa que sea ‘per se’ un carcinógeno. Hay evidencias científicas y algunos experimentos animales que indican que la exposición a luz nocturna y, por tanto, la disrupción circadiana puede potenciar el crecimiento tumoral, pero en ningún caso puede provocarlo per se. Aunque este efecto podrías deberse, en parte a la reducción de los niveles nocturnos de melatonina, los datos científicos todavía no lo demuestran. Hay que tener en cuenta que en estas circunstancias además de la melatonina también se producen otros desajustes fisiológicos y bioquímicos en la maquinaria que controla los ritmos endógenos.

Nuestro grupo de investigación lleva más de 20 años estudiando las propiedades biológicas de la melatonina, hemos trabajado mano a mano durante estos años con el laboratorio del Dr. Reiter y tenemos evidencias preclínicas de una disminución de la inflación o la reducción del crecimiento tumoral en modelos de ratón tras la administración de melatonina. Sin embargo, aunque algunas evidencias científicas indican que la melatonina podría ser un factor importante en dicha asociación entre cáncer y el trabajo nocturno, es muy probable que no sea el único factor responsable.

Más allá de lo que los científicos estemos investigando, es un ejercicio de responsabilidad aclarar a los ciudadanos en la medida de lo posible la información que se genera en los laboratorios, y no adornar o exagerar algunos datos que pueden generar confusión y más desinformación que conocimiento.

Rosa M. Sainz

Directora del Instituto Universitario de Oncología del Principado de Asturias

Universidad de Oviedo

Juan C. Mayo

Profesor Titular del Área de Biología Célula

Universidad de Oviedo