Maldita oscuridad
Querida Oscuridad,
Hace tiempo que convivimos juntas y te veo cada día. Me he dado cuenta de cómo ha afectado mi vida y la de aquellos que me rodean. Te he pedido muchas veces que te vayas, pero parece que no quieres escucharme.
Me ha anulado como mujer, madre, esposa, hija, hermana y amiga. Parece que no te gusta que la claridad entre en mi vida y me permita ser todas esas cosas. ¿Por qué?
Sé que hay otras personas que conocen tu existencia y que conviven con ello también. Pero, para mí, tú no eres buena. No me ayudas, no me aprecias, no me quieres y solo buscas tu propio bienestar.
No te pido que desaparezcas, ya que sé que siempre estaremos juntas. Pero te pido que seas más amable y sociable, que no seas tan exigente y perfeccionista. Ahora que sé que existe, es un gran paso para mí. Antes no entendía por qué tenías que vivir conmigo, pero ahora sé que me necesitas. Sin embargo, yo no te necesito tanto.
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