Mirando el sol

13 de Mayo del 2023 - Fernando Martínez Álvarez (Grado)

No puedo dejar en libertad el pensamiento, conseguir que deambule por otros lugares; que huya de lo próximo, de la normalidad. Está limitado al entorno más cercano, a lo cotidiano.

Me hace envidiar aquel tiempo en el que no había lindero, valla o frontera que lo pudiera contener, o tratar de reducir.

La privación de libertad es una de las peores condenas que puedan existir. Más aún si la libertad ausente es la mental.

No poder evadirse de la vida cercana significa para algunas personas una especie de muerte,

un fallecimiento parcial de su "Yo".

Pero...

¿Cómo su "Yo"?

¿Quién es ese "Yo"?

¿Dónde se localiza?

¿En la memoria, en los sentimientos?

¿Dónde está ese "Yo"?

Físicamente estoy compuesto por agua en un setenta por ciento; el restante treinta por ciento es materia diversa de los tejidos que componen mis órganos, la sangre, mi esqueleto...

Y a escala microscópica, si hago excepción del uno por ciento que puedan suponer mis átomos: protones, neutrones, electrones, muones... y todo el mundo subatómico que aún quedará por descubrir, el noventa y nueve por ciento restante es... vacío. Un vacío absoluto: la nada. Es decir, estoy hecho de nada.

¿Soy nada...? Bueno,

¿Casi nada?

¿Dónde está ese "Yo"?

¿Quizá en mi carácter?

Tampoco.

Mi "Yo" no puede ser mi carácter, pues está variando constantemente con los estados de ánimo que me suceden a cada momento. Y si me suceden, no soy yo quien los "sucedo"; serán consecuencia de los cambios electroquímicos que se producen en mi organismo y que están vetados a mi control. Por lo tanto, si cambio, mi "Yo" no es permanente. Y si varía... ¿Qué clase de fantasmal "Yo" es éste?

Salgo a caminar y un vecino del pueblo con quien suelo filosofar mientras paseamos (en el pueblo nos llaman "los peripatéticos") me dice:

"Mira hombre, tú sólo quédate mirando el sol y piensa... Yo soy yo y mis circunstancias".

(Y me doy cuenta de que mi vecino, como Ortega, fielmente así lo cree).

Le opongo que me parece que decir eso es como expresar que "la rosa es de color rosa", "los solteros son no casados", o "el círculo es redondo". Solo una tautología, sin ninguna validez demostrativa.

Aun así, José Ortega y Gasset, gran pensador madrileño, estoy seguro de que conocía perfectamente el postulado de la filosofía del lenguaje que establece que una de las condiciones que debe de darse para la validez de una definición es que el término a definir no se encuentre nombrado en el contenido de esa definición ([Yo soy yo]). Respecto lo de "mis circunstancias", el filósofo no precisa a cuáles se refiere; si son vitales, anímicas, climáticas... (sin con esto pretender enmendarle la plana o minusvalorar a Ortega). Pero...

¿Quién es pues este "Yo"?

Busco otra opinión en el pensamiento del alemán Immanuel Kant, padre de la filosofía moderna, y me topo con que según él mi "Yo" es el sujeto de la experiencia, que no puede ser conocido directamente (el yo no puede separarse de sí mismo para conocerse a sí mismo).

Y eso se enfrenta a la validez del mindfulness, la meditación y tantas otras técnicas de autoconocimiento e introspección que se han desarrollado desde hace miles de años.

Hago una visita a la obra "El mundo como voluntad y representación" y Arthur Schopenhauer dice que el "Yo" es una manifestación temporal de la voluntad, y sólo es ilusorio.

Esto me parece mejor.

Viajo hasta Oriente (bibliotecariamente) y el sabio espiritual hindú Sri Ramana Maharsi, con su paciente y silenciosa sabiduría, deja dicho que el "Yo" simplemente no existe; que debes profundizar en ti mismo hasta hallar que efectivamente no vive en ti. Y de esta forma consigues integrarte en la "Fuente", en lo "Universal".

El estupendo músico y poeta Leonard Cohen, galardonado en el teatro Campoamor, canta en su poema "Sabes quién soy" (You know who I am) que...

/Sabes quién soy/

/Te quedas mirando el sol/

/Soy ese a quien encanta/

/Cambiar de nada a uno/

Por lo que se puede deducir de sus versos, Leonard sabe quién es.

Y dice en ellos que también yo lo sé.

Dice que es quien le gusta cambiar de nada a uno.

O sea, de la nada a un "Yo".

Y también habla de quedar mirando el sol.

Algo de razón... sí que tiene mi vecino.

Cartas

Número de cartas: 49001

Número de cartas en Diciembre: 124

Tribunas

Número de tribunas: 2175

Número de tribunas en Diciembre: 3

Condiciones
Enviar carta por internet

Debe rellenar todos los datos obligatorios solicitados en el formulario. Las cartas deberán tener una extensión equivalente a un folio a doble espacio y podrán ser publicadas tanto en la edición impresa como en la digital.

» Formulario de envío.

Enviar carta por correo convencional

Las cartas a esta sección deberán remitirse mecanografiadas, con una extensión aconsejada de un folio a doble espacio y acompañadas de nombre y apellidos, dirección, fotocopia del DNI y número de teléfono de la persona o personas que la firman a la siguiente dirección:

Calvo Sotelo, 7, 33007 Oviedo
Buscador