A Mónica García Pandavenes, eterna gratitud
Tras el paso de unos días, pocos aún, cargados todavía de emociones, pero con la cabeza más fría, una semana después de la muerte de nuestra madre, María Luisa González Viado, nos gustaría transmitir nuestro sincero agradecimiento a la doctora Mónica García Pandavenes, del servicio de Cirugía Vascular del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA).
Entre tanto profesional abnegado como hemos encontrado, Mónica García Pandavenes ha demostrado una categoría humana sobresaliente, así como un ejemplar ejercicio médico, capaz de asumir el dolor ajeno y ayudar a superarlo como si fuera propio. En medio del desconsuelo de perder a una madre, sirva este descargo emocional de una familia agradecida para siempre. Queremos personalizar en la doctora Pandavenes lo más reconfortante de tantos difíciles y angustiosos momentos de hospitalización.
En estos tiempos en que arrecian las protestas por el funcionamiento de los Servicios Públicos, en especial los de la salud, no solo por pacientes y familias, sino también por los propios sanitarios, creemos que es de justicia separar el grano de la paja. Profesionales médicos como Mónica García Pandavenes los hay, cierto es; pero merecen el aplauso, el reconocimiento y la gratitud de quienes, al igual que nosotros, han recibido sus atenciones y consejos en los momentos más críticos de la enfermedad de una madre. Por ello, en mi nombre y en el de mi familia, gracias doctora Pandavenes.
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