Aprovechemos la ocasión que nos brinda el baloncesto
El pasado sábado, el OCB consiguió la tan ansiada y deseada victoria que le permitía convertir en realidad el sueño de la permanencia en LEB Oro. Al final del encuentro y antes del merecido homenaje a Oliver Arteaga, el presidente, Fernando Villabella, hacía una reflexión en voz alta sobre la necesidad de ayudas públicas para el deporte y en especial para este equipo. Podría parecer algo menor, pero deberíamos darle la importancia que realmente tiene la labor de estos amantes y gladiadores del baloncesto, especialmente esta temporada. Resido en Alicante y por eso posiblemente lo vea desde otra perspectiva aún más amplia. Por estos lares no solo se habla del cachopo, de la sidrina, de la fabada asturiana, también se habla de nuestro equipo de baloncesto y del de balonmano. Ambos han sido noticia este fin de semana en Alicante por motivos diferentes: el primero ha colaborado a que el Lucentum pueda jugar la fase de ascenso a ACB y el segundo, por el contrario, ha impedido que el EON de balonmano juegue la fase de ascenso, suertes opuestas han tenido. Nos dan visibilidad como ciudad y como provincia. Quizás sean en parte responsables también del éxito turístico del que disfrutamos en Oviedo y por el que gusta sacar pecho. El baloncesto aunque no lo parezca hace de embajador, ha costado mucho llevar al equipo donde está y mucho más el mantenerlo. Es un equipo condiderado, muy serio y respetado dentro del mundo del basket, a lo que han contribuido de manera ejemplar 2 personas especialmente: Fernando y Héctor Galán. Indudablemente todo esto se ha conseguido gracias al esfuerzo de toda una plantilla, jugadores que han sufrido en exceso esta temporada, todo eran problemas, lesiones, complicaciones y hasta sanciones en el último momento. Otro pilar, sin duda, el público. La labor de Fernando como presidente ha sido excelente, buscando financiación, dando la cara en todo momento, me consta que le ha quitado horas de sueño, no solo por lo deportivo sino también por lo económico (gracias con mayúsculas a Alimerka). Héctor, cuya labor pudiera pasar desapercibida, como otras muchas labores que se realizan en la trastienda en los diferentes ámbitos de la vida, pero que debe ser reconocida y conocida por las instituciones, una persona de la casa, comprometida por y para su equipo y que en el mundo del baloncesto en el que me muevo goza de una reputación inigualable, eso sí, merecida también. Un hombre que supo hacer recalar en Oviedo a Oliver hace años, una persona que ante las adversidades de esta temporada, una plantilla confeccionada tarde ante la ausencia de patrocinadores, lesiones, piezas que no terminaban de encajar, nunca ha sabido ni ha querido tirar la toalla y que gracias a Dios ha visto premiado su trabajo. El equipo ha estirado el presupuesto como si de chicle se tratara. Gracias a él, hemos podido disfrutar de un juego interior del que se ha hablado mucho, se habla y se hablará. Un Oli que tiene un lugar emblemático en la historia de este club; un Marc que a pesar de su personalidad aparentemente calmada y afable vivió con intensidad el partido del sábado ante TAU Castellón; un Adriá que ha dado un salto cualitativo, pasando de joven a hombre este final de temporada; un Clavon "Dron" Brown especialista en trabajos verticales, ya sea para una canasta matadora como para taponar por encima de la capa de ozono, siempre en el aire, de ahí el apodo que he oído en Alicante. No pretendo extenderme más, simplemente recordarles a las instituciones que este grupo, equipo de baloncesto, se lo ha puesto en bandeja para colocar aún más en el mapa a Oviedo y por ende a Asturias. ¡Apóyenles!
¡Vamos Oviedo!
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