Aún es posible la esperanza
A mi entender ya no estamos en condiciones para sumergirnos en una conciencia mítica. Más aún, me temo que este hablar de conciencia mítica les suene a muchos a sueño anticuado.
Pero Asturias fue el más hermoso mito para miles y miles de emigrantes. Hubo años en los que había más asturianos en América que en Asturias. La “Asturias, patria querida” fue cantada en medio mundo. Sí, los emigrantes universalizaron el mito Asturias.
Nuestros pintores, músicos y escritores nos legaron las imágenes de esa Asturias de sus sueños. De una Asturias abierta al color de la esperanza, a la alegría de la fiesta, al trabajo esperanzado, a la serena ancianidad. Comprobémoslo visitando al menos nuestros museos.
Pero una visita a nuestros pueblos hoy no creo que alentará mucha nuestra esperanza. Pocos lamentan la desaparición de las luciérnagas, mariposas, jilgueros, mirlos y cerriquinas. Y no hablemos de nuestros prados convertidos en bosques. Ya resulta difícil encontrar pescales, naranjos ,cerezos y algún nisal. Esos cultivos pertenecían a la Asturias mítica.
Vivimos otros tiempos. Asturias, como el mundo entero, ha cambiado. Pero no todo para bien. ¿La irracionalidad se ha vuelto universal? Vista la irracionalidad de tantos programas y discursos, bueno sería volver a soñar Asturias. Pero sin que, por otra parte, nuestro discurso social pierda nunca su dimensión crítica.
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