Expulsión de profesor en Turquía
El Gobierno español se ha pronunciado enviando una protesta formal al Gobierno turco por las deportaciones de observadores electorales.
Esperamos, todavía, similar pronunciamiento del señor Barbón por la detención, deportación e impedimento de su labor de observador electoral del que fuera portavoz de SUATEA, historiador y profesor Tino Brugos, que en este caso, además de SUATEA llevaba portavocía de la estatal Intersindical, de la que es su coordinador de Política Sindical en la Confederación.
Allá en Turquía el Colegio de Abogados ha realizado una denuncia formal por las detenciones arbitrarias y por las expulsiones, considerando que no existía ninguna orden de arresto y que hubo malos tratos por la Policía.
Nuestro Ministerio de Exteriores enviaba una nota verbal de protesta al Gobierno turco por la retención y expulsión de diez españoles, y la Comisión Europea ha pedido a Turquía que solvente las deficiencias detectadas por los observadores internacionales en las elecciones presidenciales del domingo.
Lógico sería esperar que el Gobierno asturiano se preocupara y actuara en similar sentido respecto a la detención y deportación de Tino Brugos.
No es un caso aislado y forma parte de la actuación autoritaria del Gobierno de Erdogan que se ha intensificado de cara a este proceso electoral, con una fuerte represión contra el pueblo kurdo y la izquierda turca para intentar impedir que la oposición gane las elecciones. Durante la jornada electoral se ha impedido el trabajo de los observadores internacionales, como el caso de Tino, que fue detenido, liberado y vuelto a detener en la ciudad de Siirt, y custodiado por policías hasta su obligada salida del país.
Entre los detenidos y deportados estaba también el diputado gitano Ismael Cortés (autor de varios libros, como “Sueños y sombras” y “En busca del humanismo perdido”, y es doctor en Estudios Internacionales de Paz y Conflictos, ha sido investigador en la Universidad de Nottingham, la Universidad Central Europea, la Universidad Internacional de Andalucía y la Universidad Carlos III), que varias veces visitó Asturias (y en particular durante el proceso judicial por la muerte en El Molinón del joven con discapacidad Eleazar en 2019).
Elemental gesto de humanidad (y de cumplimiento con las recomendaciones de la “estrategia asturiana de derechos humanos”) pudiera ser que el presidente asturiano tuviera audiencia con Tino Brugos para que conozca de primera mano los entresijos de esta persecución antidemocrática en Turquía y territorios del pueblo kurdo.
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