Hagas lo que hagas, serás juzgada
Hace unos días, de camino a casa en autobús viví una situación que me ha llevado a reflexionar sobre este tema. Dos asientos por delante de mí, estaba sentada una chica con su hija, de apenas, no sé, cuatro meses. La niña comenzó a llorar, tenía hambre. Su madre enseguida le dio el pecho.
Unas señoras que también estaban cerca empezaron a mirarla sorprendidas. Por sus gestos, y la forma de hablar que tenían, noté que empezaron a criticar la actuación de una madre alimentando a su hija. Este hecho me hizo reflexionar y pararme a pensar en la de tantas ocasiones en la que una mujer es juzgada gratuitamente. Si no das el pecho eres mala madre, si lo das en un sitio público también está mal visto, si haces colecho malacostumbras a tu hijo, y si no lo haces no creas ese vínculo maravilloso con él. Si eres una ejecutiva de éxito y trabajas muchas horas, desatiendes tu casa y familia, y si no trabajas eres una mantenida.
¿Cuándo dejaremos de ser así de juzgadas y criticadas?
Y a la vez me pregunto: ¿a los hombres quién los juzga?
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