La sabiduría es hija de la experiencia
“La sabiduría es hija de la experiencia” (Leonardo da Vinci). La experiencia suena ahora a “batallitas”. Hoy se deja que los jóvenes decidan por sus vidas sin experiencia propia ni ajena, sin tener en cuenta la experiencia de sus padres o de la historia humana, con sus resultados. Me comentaba un amigo que a un joven al que conoce le cambiaron el sexo y ahora sufre horriblemente porque su sentir es masculino y ya no se puede hacer nada. Lo mismo sucede con las jóvenes que se tragan la propaganda del yo, esa con la que se busca arrimar el ascua de los jóvenes a no sé qué voto-sardina, y que abortan por adelantar el sexo de la adolescencia al amor comprometido. ¿Cuántas hay ahora trastornadas por un amargo sentimiento de culpa que exige atención constante?
Creo que no estamos defendiendo a nuestros jóvenes frente al sistema. La falta de experiencia también se nota en el desentendido ambiente social hacia los mayores. Me llamaba la atención en Inglaterra que fuera gente mayor la que atendía los servicios públicos. Ahora es más común ver a los jóvenes como responsables en todas partes.
Hace unos días, le comenté al encargado de un supermercado –un joven no mayor de 30 años– lo extraño de una música ambiente chumba chumba, realmente irritante, en un establecimiento en el que la media de edad de los clientes seguramente superaba los 60 años. ¿Es para que compren deprisa, y escapen así de la molestia? ¿No es mejor que se sientan cómodos y puedan pensar dos veces lo que han de comprar? Al parecer prima atraer a los jóvenes sin que estos tengan la oportunidad de ceder algo de paz a los mayores. Hace poco me sorprendí al ver y escuchar en la TV las noticias sobre Ucrania con un fondo chumba chumba. ¿Será para hacerlas cotidianas o por los anuncios que vienen después? Todo está manipulado, sin embargo, la experiencia dice: “Lo que uno esté sembrando es lo que cosechará” (Gálatas 6:7).
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