Es necesario el Gobierno de coalición
Es lógico que exista cabreo con la clase política después de ver y oír cómo pierden el tiempo en dimes y diretes sobre cuestiones que no resuelven los problemas reales de la gente. Tenemos una cesta de la compra con unos precios desorbitados donde parece que a raíz de la pandemia más la guerra en Ucrania y bajadas de IVA se han eliminado los controles para un día sí y otro también, subir los precios de productos básicos sin más explicación “que aun así perdemos dinero”. Taza y media.
Después de tantas presiones, con amenazas de las fuerzas conservadoras y los eruditos financieros, se han subido las pensiones de acuerdo al IPC situando las rentas de los mayores a un nivel que no alcanza ningún convenio. Claro que las mínimas siguen estando bajas, porque nunca se subieron tanto como ahora; aunque llevará un tiempo situarlas al nivel del salario mínimo. Pero se ha iniciado el camino para revalorizarlas.
Hemos pasado un invierno -aunque corto- muy duro, por los precios de la luz, que se ha comportado como un auténtico “impuesto revolucionario” en toda Europa, pero las gestiones para conseguir la excepción ibérica -teniendo en contra a la derecha- han dado fruto y tenemos muchos días unos precios asumibles. Pero no es portada de los telediarios porque eso no perjudica al Gobierno de coalición.
La sanidad está hecha unos zorros, a pesar de los esfuerzos que dedican los sanitarios en subsanar la falta de recursos y plantillas. Pero vienen saturados de la pandemia, donde se abrieron todas las costuras del sistema y descubrimos que aquello de que teníamos la mejor sanidad pública era una verdad a medias. Las medidas adoptadas por el Gobierno anterior del PP eliminando las sustituciones de jubilaciones en toda el área pública rebajando las plantillas se pagan ahora con oficinas de la Administración sin funcionarios, escuelas con pocos maestros, hospitales carentes de enfermería y a pesar de los miles de fallecidos en residencias, no hay suficientes plazas públicas para tener la opción de que te atiendan a un precio razonable. Necesitamos construir nuevas residencias públicas urgentemente.
Tenemos razones para estar cabreados con el Gobierno, pero no todas las culpas corresponden a este mandato -nada fácil con una pandemia y una guerra- y debemos preguntarnos ¿qué habría sido de nosotros si con todo lo que se nos vino encima nos estuviese gobernando la derecha? Veamos lo que hizo en la crisis anterior: vaciaron la hucha y se recortaron las pensiones, quedaron eliminados los convenios de empresa, los despidos fueron la única solución, se rebajó el cobro del paro, escandaloso regalo de millones de euros a la banca, aumentaron los contratos precarios.
La participación de la izquierda en el Gobierno de coalición ha sido una garantía para reconquistar derechos sociales que se habían erradicado en un país a merced de la banca y los oligopolios de la energía. Por eso es muy necesario mantener el Gobierno progresista para los trabajadores y los pensionistas. Empezamos el 28M.
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