Pedro y su losa

Los españoles votaron a un Pedro Sánchez que no iba a pactar con los independentistas y luego los indultó.

Votaron a un Pedo Sánchez que decía que no se acercaría a Bildu ni con un palo, y luego llegó acuerdos importantes.

Votaron a un Pedro Sánchez que indultó a dos mujeres condenadas por secuestro.

Votaron a un Pedro Sánchez que había tenido una postura de apoyo al pueblo saharaui y de la noche a la mañana cambió de planes y entró en un pacto con Marruecos que no se explica.

Votaron a un Pedro Sánchez que aprobó la ley del "Sí es sí" y mientras veía que se reducían penas a violadores seguía manteniendo su apoyo a la Ministra.

Votaron a un Pedro Sánchez que está detrás de la ley Trans, que permite que niñas y niños se cambien de sexo sin consentimiento de los padres en una decisión irreversible.

Votaron a un Pedro Sánchez que consintió faltar a la inteligencia de sus votantes escuchando cómo sus ministras aconsejaban cómo hacer el sexo, tener placer, repartirse tareas del hogar, la tele que debiera gustarles, la música... Diciéndoles que hay medios de comunicación que los manipulan, como si cada cual no fuera suficientemente inteligente para interpretar lo que escucha.

Fue el presidente que legisló sin democracia interna sacando todo a base de decretazos ley. Ahora lo comprobamos con este adelanto electoral donde dice que fue culpa suya y no dimite para dar voz a los afiliados en unas primarias.

Si añadimos el blanqueamiento de la sedición y la malversación...

¡Sí! Pedro Sánchez es el culpable del castigo electoral por dejar a Belarra, Irene y PAM-dilla llamar machistas, xenófobos, homófobos y señalar a los hombres como peligro para la mujer y colocar a todas las mujeres como verdad y bondad ante la ley cuando las hay malas a retorcer.

¡Sí!, hizo cosas bien. Y la economía no ha ido mal. Pero todo lo demás cuenta para Guerra y grandes socialistas, y para los electores.

De no hacer nada, el desastre del 23 de junio será grandioso. Pondrá en bandeja un poder infinito a las derechas.

Solo es mirar que el único barón que ganó por mayoría absoluta fue Page, uno de los más críticos con Pedro. Eso debiera decirnos algo. Cuando vengan las elecciones generales, ¿creen que se puede transpolar los resultados de las municipales y autonómicas a ellas, creen que los de Castilla-La Mancha que votaron a Page votarán a Pedro? Claro que no. Pues ante el desastre que se avecina hay que no ser condescendientes con quien lleva a las derechas al poder, ¡y qué poder inmenso tendrán!

Saben, todavía me faltó la ley animalista. Donde un oso, lobo, jabalí, perro, ratón... tiene más valor y protección que las personas. Que complica la vida de la gente de los pueblos, empresas queseras, ganaderas, agricultores... Un ecologismo depredador que eliminó las energías sucias prometiendo paliar el empleo perdido con energías limpias, ¿vieron algo?

Pedro Sánchez creó o dejó crear un ambiente (que está por todo el mundo ya) donde las orientaciones sexuales que pertenecen a la intimidad de cada cual se trasladen a las calles. La orientación sexual es la atracción emocional, romántica o sexual que uno siente. La identidad de género es el cómo se siente uno: mujer, hombre, genderqueer... Como ven, los defensores de todas esas tendencias sexuales las quieren normalizar y explayar, ¿con que motivo? Publicitar gusto, vicio, afición, adicción o temas privados es una anormalidad. Pertenecen a la intimidad de cada cual. Eso llega a los menores, donde su mente tierna les jugará malas pasadas. Sacarlas a la luz, publicitarlas, ponerlas en escaparate, desfilar pomposamente es un afán de exhibición que lo convierte en adicción pública. Es una moda internacional. Como lo es el feminismo misándrico y el animalismo estúpido. Ahora viene el racismo sin freno que nos volverá a señalar a todos. Ya no se puede hablar de nada, chistes, canciones, opiniones, cine, teatro... Todo queda limitado a esa tiranía de las por todo ofendidas. Confunden ficción con realidad.

¿Por qué cala en las sociedades? Por el silencio de todos por temor a ser señalados como xenófobos, homófobos, fascistas, machistas... Son expertas en señalar con el dedo a personas y medios de comunicación. Va en ello mucho dinero, cargos y protagonismo.

Qué decir de los permisos laborales para todo. El nuevo empleo que se proyecta será no trabajar.

Días remunerados por calor o frío, por maternidad y paternidad, menstruación, viernes de regalo, vacaciones, por saturación, porque sí, por huelga, por enfermedad de hijos, padres y familiares, cambio de sexo, aborto...

¡Es la ley de la vagancia!

Todo ello creado por quien no ha dado palo al agua en su vida.

Luego los electores (mucho más inteligentes y responsables que los ven Pedro, Irene y Belarra), que saben que sin trabajar es imposible sostener sociedad alguna, votarán otras opciones menos holgazanas.

Dicho queda. Y no está todo dicho.

Los grandes socialistas tendrán mucho que decir. Y deben decirlo.

Guerra con Felipe fueron lo máximo del socialismo español. Si dicen con otros importantes del socialismo español que nos llevaron a cotas de Bienestar, libertad y derechos como jamás soñó este país, hay que escucharlos.