Toca ponerse con las residencias de ancianos
Sobre las residencias de ancianos ya no queda que decir, ninguna Administración está dispuesta a afrontar ese problema. La población muy envejecida, los hijos no se pueden hacer cargo por sus dedicaciones, con lo cual debiera ser una urgencia poner en marcha una red de residencias públicas en condiciones, donde se dignifique la vida de nuestros padres y abuelos en sus últimos años de vida. Con cuidados y atenciones e inspeccionadas sin miramiento.
Mientras tanto no queda otra que facilitar el compaginar con residencias privadas que debieran tener exactamente las mismas inspecciones y exigencias. Y ayudar a quienes no encuentran sitio en la pública a pagar esa plaza. Es que por tener no tienen ni desgravación fiscal. Es cierto, hay alguna comunidad que sí tiene esa deducción fiscal, la mayoría no. Asturias carece de toda implicación para con sus ancianos. Una asignatura pendiente que deben poner en marcha en esta legislatura.
Una sociedad que saca leyes protegiendo animales y abandona a sus ancianos le sobra petofilia y le falta humanidad.
Vemos cada día denuncias del trato recibido en muchas residencias, vemos el presupuesto que tienen para su comida, ni un gato puede hacer tres comidas decentes con ello. Lo vimos cuando la pandemia. ¿De verdad tenemos la conciencia tranquila?
No podemos seguir permitiendo negocio con nuestros padres y abuelos. Pronto seremos ellos, salvo que piensen ser jóvenes por siempre.
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