La Nueva España » Cartas de los lectores » Las escapadas de Tono (I)

Las escapadas de Tono (I)

7 de Junio del 2023 - Ángeles Menéndez Muñiz (Corvera de Asturias)

Hoy escribo sobre un tema que todas las madres y padres que tenemos hijos/as con DC conocen muy bien.

Las escapadas que hacen, quizás no todos pero sí la mayoría que tienen autismo.

Primera escapada de Tono:

Tono cuando comenzó en el Centro Luria a sus terapias fue cuando hizo los 7 años y tal como nos aconsejó la Dra. Antolín pasó de Oviedo a Avilés.

Él tenía estereotipias, le gustaba mucho girar un objeto y al mismo tiempo aletear al compás del movimiento.

También dependiendo de la clase de ruidos, se tapaba los oídos, si eran voladores se metía en el baño o la habitación con los oídos tapados y se asustaba, otros ruidos sin embargo no le molestaban.

Al año comenzó a andar y controlar esfínteres a los tres años, habló sobre sobre los dos años y medio o tres, no recuerdo bien. Lo que me llamaba la atención es que él hablaba correctamente, una vez comenzó a tartamudear y andar de puntillas. Pero fue durante un tiempo y aquello pasó.

El aleteo todavía a día de hoy cuando escucha música o está viendo un vídeo de carreras de coches aletea al mismo tiempo que emite sonidos, y también desde hace como dos años murmura en voz baja.

Ahora voy a hablaros de las escapadas de Tono. La primera que hizo fue en casa, se levantó y se marchó en pijama a la tienda de una tía suya, ella abría la tienda temprano para preparar bocadillos a los obreros que iban a trabajar. Para llegar a la tienda tuvo que cruzar la carretera general, menos mal que ya desde bien pequeño le enseñé que había que cruzar cuando el semáforo se pusiera de color verde, para que él entendiera mejor le decía: cuando el muñeco se ponga verde es cuando se puede cruzar, en rojo nunca se hace porque te pilla un coche.

Él es muy sigiloso y no nos enteramos, tampoco lo esperábamos porque nunca lo había hecho, llegó mi cuñado a decirnos que Tono estaba en la tienda, no recuerdo la edad que tenía pero creo que 7 u 8 años. La puerta de la calle tenía un pomo y allí mismo un seguro, no era de cerradura. Lógicamente cambiamos la cerradura y la pusimos para que se pudiera cerrar con llave y guardarlas por la noche no fuera que le diese otra tentación de hacer una escapada nocturna o diurna.

Cuando era pequeño no tenía sentido del peligro y había que estar muy atentos porque le podía ocurrir cualquier contratiempo. Una vez me dijo: voy a volar como Superman y salgo por la ventana; imaginaros cómo me quedo el cuerpo...

Segunda escapada:

Recuerdo que fue el día del funcionario (Santa Rita).

Estaba en el colegio ordinario y pidió permiso para ir al baño y se escapó; me llamaron por teléfono para decírmelo, la maestra tenía un buen disgusto, ese día no estaba el conserje por el motivo arriba expuesto y cuando vieron que no regresaba al aula lo comenzaron a buscar por todos los sitios.

Movilizamos a la Guardia Civil y muchos vecinos comenzaron a buscar por los alrededores, el padre se fue con el coche al pantano porque lo solíamos llevar, y también a casa de su abuela paterna; yo estaba en casa pendiente del teléfono, cuando después de dos horas me llaman del Centro Luria (Avilés), al que él acudía semanalmente a clases de psicomotricidad, logopedia y psicólogo.

Me dicen que llegó todo sofocado, tapándose los oídos porque tiraban voladores, cuando le preguntan por mí, él les dice que mamá está en casa.

Desde el colegio de Las Vegas (Corvera) hasta Avilés hay unos cinco kilómetros y él no tenía más de 7 u 8 años.

Se fue andando cruzando carreteras con el peligro que eso conlleva. A la noche ya en casa yo le pregunté: pero Tono, ¿cómo te arreglaste para cruzar cuando te fuiste al Centro Luria? Y me dice: cruzaba por los semáforos cuando se ponían verdes.

Tercera escapada:

Esta fue estando de campamento con una asociación, al parecer se levantó de la cama y estuvo vagando por el monte, en pijama y descalzo; lo encontró un señor que fue quien dio la voz de alarma. De esto me enteré de casualidad el día que lo fui a visitar donde estaba de campamento, nadie nos avisó.

Cuarta escapada:

Cuando comenzó al Colegio de Enseñanza Especial en San Cristóbal (Avilés) iban en un Alsa que los recogía en la parada correspondiente. Al principio lo acompañaba hasta la parada porque tenía que cruzar la carretera y me daba miedo que lo pillara un coche. Siempre le decía que tenía que esperar a que el semáforo estuviera verde para cruzar y aun así debería mirar en ambas direcciones.

Un día le pregunté que si le gustaría ir solo a la parada y me contestó que sí:

-Tono, tienes que acostumbrarte porque si un día estoy enferma y no te puedo acompañar y tu padre tampoco porque está trabajando, si tú adquieres autonomía lo puedes hacer, eres ya mayor y sé que lo harás perfecto.

Sí, mamá, yo lo puedo hacer, me contestó todo contento.

Al día siguiente, cuando salió para la parada, me fui detrás sin que él me viera.

Cuando llegó al portal abrió la puerta y cuando llegó a la carretera esperó a que el semáforo se pusiera verde y cruzó tranquilamente, llegando a la parada sin ningún contratiempo.

Al regreso tampoco le fui a buscar porque, a pesar del temor que sentía, decidí que era hora de ir soltando amarras.

Llego pletórico: ¡mamá, lo he hecho bien!

¡Claro, cariño! Eres un campeón.

Él sabe perfectamente dónde vive, el piso y la letra, porque siempre he trabajado al menos lo más elemental para su autonomía.

Retomando el hilo... Un día de los que se fue a la parada, como a la hora de haber salido, llaman al telefonillo y me dicen:

-Buenos días, soy la Policía, ¿puede bajar un momento?

Yo pensé que mi marido había tenido un accidente (había marchado de viaje esa misma mañana), pero me dijeron: -Tranquila, baje y le decimos... Os podéis imaginar lo que me pasó en un momento por la cabeza... Bajo al portal y cuando abro la puerta veo a Tono metido en un coche de la Policía Local.

-Pero ¿cómo está ahí Tono si tenía que estar en el colegio?

Los policías, muy ambles, me dijeron que cuando iban por la carretera de Los Campos ven a Tono que iba haciendo la misma ruta que hace el Alsa cuando los lleva al colegio.

Ellos se bajaron del coche y le dijeron: ¿Adónde vas caminando por aquí?

-Voy para el colegio San Cristóbal.

Anda, sube al coche que nosotros te llevamos (yo siempre le digo que si hace algo inadecuado la Policía lo lleva para el cuartón) y cuando la Policía le dijo que se subiera, que ellos lo llevaban, él se mostró muy poco receptivo a la invitación.

-Anda, sube, que no pasa nada, te llevamos primero a casa para que tu madre esté tranquila.

Así culminó su cuarta escapada. La directora del San Cristóbal me dijo: -Madre mía, cuando vimos a Tono llegar en el coche de la Policía alucinamos. ¿Pero qué armaría Tono?

Cartas

Número de cartas: 48987

Número de cartas en Diciembre: 110

Tribunas

Número de tribunas: 2175

Número de tribunas en Diciembre: 3

Condiciones
Enviar carta por internet

Debe rellenar todos los datos obligatorios solicitados en el formulario. Las cartas deberán tener una extensión equivalente a un folio a doble espacio y podrán ser publicadas tanto en la edición impresa como en la digital.

» Formulario de envío.

Enviar carta por correo convencional

Las cartas a esta sección deberán remitirse mecanografiadas, con una extensión aconsejada de un folio a doble espacio y acompañadas de nombre y apellidos, dirección, fotocopia del DNI y número de teléfono de la persona o personas que la firman a la siguiente dirección:

Calvo Sotelo, 7, 33007 Oviedo
Buscador