¿Para qué sirve ser afiliado del PP en Asturias?

El Partido Popular de Asturias acaba de designar a los integrantes de las listas para la próxima campaña, que tienen como función representar los intereses de nuestra tierra en las próximas elecciones nacionales del mes de julio. La inmensa mayoría de los militantes gijoneses y asturianos del PP se han enterado por la prensa de los nombres de los integrantes de esta lista electoral, ratificados por la dirección nacional actual del partido sin debate interno alguno.

Dicho debate, en cualquier caso, es a día de hoy una quimera para el PP de nuestra ciudad y de nuestra región. El funcionamiento interno democrático al que la Constitución Española obliga a todos los partidos políticos no tiene en nuestro caso ninguna expresión real desde hace ocho años, cuando se celebró, rodeado de polémica, el último congreso local. Desde entonces, los afiliados no han tenido voz ni voto en ninguna decisión sobre quiénes les habían de representar en la dirección de la formación y en las candidaturas electorales.

Creo que los cientos de militantes populares gijoneses y asturianos no pueden ser acusados precisamente de impaciencia ante esta situación. Han mantenido todos estos años su compromiso con el partido, mientras este atravesaba todo tipo de vicisitudes y conflictos internos, siempre con un denominador común: una derrota electoral tras otra. Pero si esta dinámica se mantiene, corremos el riesgo de agotar su paciencia. De que se pregunten: ¿para qué me sirve ser afiliado del PP de Gijón?, la misma pregunta que se hacen todos los afiliados por toda Asturias.

No es fácil darles una respuesta satisfactoria a esta pregunta. La afiliación representa un grado de compromiso de un ciudadano con una formación política. Cree que sus ideas y las políticas que las desarrollan son las más adecuadas para mejorar la vida del conjunto de la sociedad y por ello decide no limitarse a ejercer su derecho al voto en las distintas convocatorias a las urnas, sino a adoptar una posición más activa en pro de convertir esas ideas en mayoritarias y contribuir a que se alcancen los gobiernos y se apliquen esas políticas.

Así, el afiliado asiste a los mítines y actividades del partido, difunde sus ideas, acude cuando se le llama a encuentros ciudadanos, a repartos de propaganda o pegadas de carteles, participa como interventor o apoderado en las elecciones. Un montón de formas de compromiso que, si se analizan bien, presentan una coincidencia: todas ellas pueden llevarse a cabo sin necesidad de estar afiliado, ya que siempre son bienvenidos los simpatizantes no militantes para estos actos de participación. En realidad, el compromiso y la cuota económica que suponen la afiliación solamente da un derecho que no tienen los no afiliados: el de participación y voto en la elección de los dirigentes del partido. Es normal, entonces, que nos preguntemos por qué se priva a los gijoneses de ese derecho que sí tienen y ejercen sus compañeros de casi todos los lugares de España.

La figura de Diego Canga como candidato había supuesto un saludable aire de renovación, no solo del PP sino de toda la clase política asturiana. Por desgracia, de nuevo el PP les ha vuelto a fallar a sus afiliados y simpatizantes. Necesitamos perfiles dinamizadores para cambiar de una vez por todas la dañina dinámica interna del PP y dar de una vez voto a la militancia. Para que vean, por fin y después de muchos años, la utilidad de ser afiliado. El Sr. Canga nos ha hablado a todos de renovación, de dejar paso a los jóvenes, de políticos profesionales, pero tengo que decirle que la lista que han decidido presentar no se corresponde con sus palabras, nueva decepción para todos los asturianos que otra vez creímos que este partido pondría remedio de una vez por todas, que decepción, cuando me preguntan por la calle ¿cómo es posible?, no tengo respuesta.

El tiempo que llevan en cargos públicos algunas de las personas que figuran en las listas supera holgadamente la edad del secretario general, habría que remontarse a los primeros años de los años 80 del siglo pasado.

Singular es el caso de la falta de representatividad en esas listas del Partido Popular de Oviedo, cuya candidatura en los pasados comicios obtuvo la mayoría absoluta.

Acabamos de perder en Asturias unas elecciones que por toda España el Partido Popular ha ganado, con gran diferencia en muchos territorios; el PSOE en la figura del Sr. Barbón ha conseguido más votos que en las anteriores elecciones, aunque se haya dejado algún diputado, y queremos vender fracasos cómo éxitos. Ahora llega otro examen en el mes de julio, y yo, como tantos otros afiliados nos preguntamos, ¿para qué sirve ser afiliado en el Partido Popular de Asturias?

Creo en la libertad y en la vida activa del partido, la cual veo que no existe ni tiene visos de aparecer, como afiliado de base comparto con vosotros mi reflexión.

Pero bueno, ¡qué sabremos los afiliados!

Herminio Sergio Martín Blanco,

Afiliado del PP

Gijón