A vueltas con la bandera
Hace algunos días las Fuerzas Armadas organizaron un acto de izado de Bandera en el IES n.º 5 de Avilés, además de impartir varias conferencias a los alumnos sobre la salida profesional que supone ser militar, los valores del Ejército y el significado e historia de nuestra Bandera. Y ello en el marco de sus cometidos y responsabilidades conforme a la legalidad vigente.
Tanto el acto de izado como las conferencias se desarrollaron con absoluta normalidad -no cabe imaginar lo contrario- y con la entusiasta participación de alumnos y de profesores, sin el más mínimo incidente, ni siquiera un esbozado mohín de disgusto.
Hete aquí que el mohín y el disgusto lo plantea ahora una minoría muy minoritaria de algunos profesores. Nada menos que cinco profesores entre los ochenta y tres que forman el claustro del IES n.º 5 de Avilés. Ahí es nada. Y justifican su mohín, su disgusto y aun su despecho en una supuesta “parafernalia castrense” y en que la presencia de militares (no dejan de ser servidores públicos de uniforme) “ha causado un notable daño a la imagen del Instituto”. Y continúan en su diatriba señalando que fue “una ceremonia que está en las antípodas del tipo de situaciones de aprendizaje que plantea la ley para nuestro sistema educativo”.
Desconocemos a qué ley se refieren estos cinco profesores. Pero no debieran desconocer el Real Decreto 217/2022, de 29 de marzo, por el que se establece la ordenación y las enseñanzas mínimas de la Educación Secundaria Obligatoria, y en concreto la materia Educación en Valores Cívicos y Éticos, donde tanto en sus competencias específicas como en los saberes básicos aparecen las instituciones del Estado, la seguridad integral, las Fuerzas Armadas y la Defensa Nacional, entre otros contenidos.
Sumario: Respuesta a la protesta de cinco profesores del IES n.º 5 de Avilés por el acto de izado de bandera a cargo de las Fuerzas Armadas en dicho centro
Destacado: Nunca el papel de las Fuerzas Armadas puede calificarse de parafernalia ni de dañino para ninguna imagen personal ni colectiva. Todo lo contrario. Las Fuerzas Armadas son una de las instituciones mejor valoradas por los españoles
Nunca un izado de Bandera puede estar en las antípodas de nada, al menos en una sociedad sana digna de tal nombre, ni nunca el papel de las Fuerzas Armadas puede calificarse de parafernalia ni de dañino para ninguna imagen personal ni colectiva. Todo lo contrario. Las Fuerzas Armadas son una de las instituciones mejor valoradas por los españoles, y desarrollan una misión tan importante como, entre otras, el garantizar la soberanía e independencia de España, defender su integridad territorial y el ordenamiento jurídico, y, con ello, nuestros derechos, para que todos, civiles y militares, podamos vivir y trabajar en paz. Incluso esos cinco profesores tan reactivos a las Fuerzas Armadas.
Más que nunca, es necesaria la continuidad de este tipo de actos y la cada vez mayor interacción entre las Fuerzas Armadas y la sociedad a la que pertenecen, en especial con sus miembros más jóvenes, los alumnos de los centros educativos. Al igual que sucede en todos los países, donde los símbolos de la Patria son reconocidos y queridos por todos los ciudadanos, tan lejos de actitudes de rechazo, sectarias y trasnochadas como la de estos cinco profesores.
El izado de Bandera en centros educativos lleva años celebrándose en Asturias, con la organización impecable de la Delegación de Defensa en el ejercicio de sus misiones conforme a la normativa de aplicación, la participación del Regimiento “Príncipe” n.º 3 y de representantes del Ejército del Aire y de la Armada, la presencia del resto de Fuerzas y Cuerpos de la Seguridad del Estado, y con la colaboración de la Asociación ARES de Reservistas Españoles, que tuvo la idea inicial en los primeros años. Es relevante destacar que de aquí haya partido precisamente esta iniciativa, de españoles que, movidos por su compromiso con España y con sus Fuerzas Armadas, combinan su vida civil con la militar como Reservistas Voluntarios, siendo con ello un eje fundamental entre la parte civil y militar de la misma sociedad a la que todos pertenecemos.
Siempre con solemnidad y respeto, con la característica sencillez militar y con una sentida acogida por profesores, padres, alumnos y sociedad en general, allí donde se celebraron a lo largo de todos estos años.
Todos menos estos cinco profesores. Allá ellos.
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