Agradecimiento a Flor y Charo, del equipo de paliativos del Hospital de Jarrio
A pesar de haberlo hecho telefónicamente mi cuñada Raquel, mi hermana Sandra, incluyendo a mi hermano Roberto y yo, quisiera explicar brevemente y hacer pública nuestra experiencia.
No puedo negar mi primer pensamiento al conoceros. ¿Cómo puede haber profesionales que se dediquen a "esto"? Y ahora doy mil gracias porque haya profesionales como vosotras y con tanta humanidad como demostrasteis desde vuestra primera visita a nuestra madre. Gracias por vuestro trato a nuestra madre, María, lleno de cariño y buen hacer desde el primer al último momento, pero sobre todo gracias por ayudarnos a entender y comprender lo que significa vuestro trabajo en una situación tan difícil para la familia y con tantos sentimientos encontrados.
A pesar del gran dolor que sentimos por la pérdida de mamá, estamos reconfortados por vuestro trabajo y sobre todo por vuestras explicaciones y conversaciones mantenidas. Hemos aprendido que la muerte es un proceso con un inicio y un fin (como bien dijo Flor, como un parto),y de lo que se trata es de que el momento llegue con el menor sufrimiento posible. Y que no gusta verlo y menos en casa, pero para nosotros y seguro que para mamá fue la mejor opción, rodeada de amor, en su casa y "en un pueblo tan bonito" (Charo).
Gracias de corazón.
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