La ciudad más fea de Asturias
Últimamente algunos medios de comunicación aficionados a eso que llaman "clickbait" suelen hacer noticia de la respuesta de la inteligencia artificial (IA) a preguntas que puedan sembrar polémica. Un ejemplo reciente fue preguntarle cuál era la ciudad más fea de cada comunidad autónoma: en Madrid, Getafe; en Galicia, Ferrol; ¿y en Asturias?, Avilés, dijo la IA. No tardó en hincharse la vena patriótica de varios internautas avilesinos, clamando que cómo va a ser eso cierto si tenemos un casco histórico hermoso. Como avilesino, tengo claro que Avilés no es ni la ciudad más fea de Asturias ni un lugar feo a secas. Pero me entristece admitir que, al abandonar nuestra joya de la corona, a uno le basta con "caleyar" un poco para ver que tal vez sí sea cada vez más fea.
¿Por qué digo esto? En primer lugar, Avilés fue víctima en su momento de una fiebre de la construcción sin control donde solo mandaba el dinero y que nos ha dejado como herencia el mismo paisaje urbanístico abigarrado de casi toda España, y que explica por qué hay edificios de once alturas pegados a otros de tres. No publicaría esta carta si esto fuera agua pasada, pero es que, lamentablemente, sigue sucediendo, porque la economía no es racional. ¿Qué sentido tiene erigir un coloso de 14 plantas al lado de la Quinta Pedregal y que no deje de construirse vivienda nueva con la ingente cantidad de viviendas vacías que tenemos, y en un contexto de invierno demográfico? Es evidente que el propietario de un solar es libre de disponer de él como quiera mientras sea legal, pero, fantaseando un poco, no puedo evitar pensar en lo guapo que hubiera quedado un parque en esos terrenos, y que conectaran, ya puestos, con un pintoresco museo en la Quinta Pedregal. Esto hubiera revalorizado, además, todos los pisos de los alrededores y revitalizado la zona. Mientras se cargan un posible espacio verde para plantar otro mamotreto que no pega ni con cola, unos metros más allá, en el extremo de la calle La Cámara, hay un desierto comercial donde, además, gran parte de las viviendas están despobladas.
Hay quien dirá que es bueno que se sigan construyendo viviendas porque genera empleo, pero para mí esto es pan para hoy y hambre para mañana. Por eso, cuando uno sale del centro histórico y patea calles entre ladrillo y más ladrillo, mira arriba y solo ve persianas cerradas, vuelve al suelo y no ve ningún comercio, gira a la derecha y cuando al fin llega a la zona de obra nueva no encuentra árboles ni zonas verdes, porque el Ayuntamiento llena cada hueco con ese espantoso hormigón de la plaza de Pedro Menéndez, pues es tentador pensar: "Oye, igual la IA esta lleva algo de razón". No tengo la suerte de vivir en el centro, sé que Avilés es mucho más que unas fotos de postal y creo que la política urbanística debe actualizarse para poder decir con orgullo que la IA se equivoca, pero, eso sí, por completo.
Debe rellenar todos los datos obligatorios solicitados en el formulario. Las cartas deberán tener una extensión equivalente a un folio a doble espacio y podrán ser publicadas tanto en la edición impresa como en la digital.
Las cartas a esta sección deberán remitirse mecanografiadas, con una extensión aconsejada de un folio a doble espacio y acompañadas de nombre y apellidos, dirección, fotocopia del DNI y número de teléfono de la persona o personas que la firman a la siguiente dirección:
Calvo Sotelo, 7, 33007 Oviedo