Nuestra condición humana
Unos dicen que el capitalismo está cambiando. Otros, que existe el peligro de un choque entre la democracia y el capitalismo. Y a todos nos preocupa la estabilidad del mundo. Y peligroso sería, sobre todo, olvidar la actual brecha entre ricos y pobres. A lo que hay que añadir el vertiginoso cambio de valores.
Estos días preelectorales me recuerdan a Jürgen Habermas. Este eminente miembro de la Escuela de Frankfurt hablaba de crear las condiciones para que los diversos proyectos políticos pudiesen ser debatidos.
Estos debates serios en España parecen hoy adormecidos. Hay excesivo ruido. Y me temo lo peor. ¿La democracia está en peligro? Estamos dejando de lado algo esencial. Bueno sería que antes de depositar nuestro voto, nos preguntáramos: ¿aporto yo una crítica suficiente a las causas sociales de la desigualdad, la discriminación o de las necesidades de los últimos? Pueden decirme esto es solo para cristianos. Bien, pues para mí al menos es señal de que los tienes en consideración.
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