La conciencia y el voto
No está nada claro que estos dos conceptos estén tan íntimamente relacionados como se nos quiere hacer ver cuando llegan las elecciones y no paramos de escuchar voces que hablan de votar en conciencia, que viene a significar que hay que ir a las urnas y decidirse por la conciencia de quien emite las consignas.
También se nos aconseja lo del "voto útil", siempre y cuando lo sea para quien lo pide, al margen de la conciencia, que es otra historia.
Por estas razones no me parece para nada apropiado relacionar el voto con la conciencia, o la conciencia con el voto, porque nada tienen que ver, si por conciencia consideramos la toma de decisiones basadas en principios morales o éticos, que es de lo que carecen los votos, que pueden ser útiles o inútiles y que se pueden emitir conscientemente pero no necesariamente en conciencia ya que en ese caso podrían ser útiles o menos útiles, siempre interesados pero lejos de lo que podemos entender por conciencia.
En base a estas consideraciones, que podrían parecer de Perogrullo, uno se pregunta sobre la utilidad real del voto, si debe ser la conciencia o la consciencia la que se aplique en estos casos y por qué la Academia de la Lengua no recoge el término "inconciencia" pero sí inconsciencia. Por algo será, digo yo.
Debe rellenar todos los datos obligatorios solicitados en el formulario. Las cartas deberán tener una extensión equivalente a un folio a doble espacio y podrán ser publicadas tanto en la edición impresa como en la digital.
Las cartas a esta sección deberán remitirse mecanografiadas, con una extensión aconsejada de un folio a doble espacio y acompañadas de nombre y apellidos, dirección, fotocopia del DNI y número de teléfono de la persona o personas que la firman a la siguiente dirección:
Calvo Sotelo, 7, 33007 Oviedo

