¡Comienza la campaña!
Ya andan los políticos como avispas con promesas y ocurrencias tratando de convencernos de que con ellos todo, con los contrarios nada. Veremos, con seguridad, cómo se trata de blanquear a todos aquellos que durante estos años han ido abiertamente a por nosotros. Ahora ya nadie será anticaza y de hecho la ley animalista habrá aparecido por "generación espontánea", como si nadie hubiese levantado la mano para votarla. La realidad es que nada ha cambiado, los que querían acabar con la caza o los que blindaron al lobo siguen ahí. Nuestra "queridísima" Teresa Ribera, la que miró para otro lado cuando fuimos más de medio millón de cazadores a Madrid, el azote de la caza, los toros y mundo rural, va de número dos de PSOE en Madrid detrás de Sánchez. En Sumar se siguen aglutinando todos los ecorradicales que se amontonaban en Podemos, con Equo y Uralde incluidos, sumando, eso sí, fichajes estrella del sectarismo como Aida Gascón, una animalista radical que de la mano de Yolanda Diaz pretende abiertamente "ni caza, ni toros, ni carne". Al otro lado los dos partidos de derecha con las promesas de derogación de la ley animalista y convertir al lobo en especie cinegética, ejemplificando con ello su compromiso con todo lo que significa mundo rural y tradición... caza incluida. Dicho esto, por un lado está claro que PSOE y Sumar se juntarán si tienen opción de gobernar, reeditando la coalición que tanto daño nos ha hecho. Por otro, si PP y Vox se necesitan para gobernar, todo apunta a que también lo harán.
Atención, sea como sea, lo que realmente sería intolerable es que jugasen de nuevo con nosotros, pidiendo nuestro voto para luego olvidarnos. Debemos exigir que se cumpla lo prometido, todos aquellos que tenemos la esperanza de que los partidos del actual gobierno paguen su traición en las urnas, no olvidaremos a quien no cumpla con el compromiso. No valen medias tintas, si gana y gobierna la derecha y no deroga la ley animalista y no convierte al lobo en especie cinegética, nos estará traicionando. Yo mismo seré el primero en recordarlo y pedir que no se les vote, de forma idéntica a como ahora hago con los partidos del Gobierno actual. Que no nos cuenten cuentos, esto no va de siglas ni de ideologías, ni plumeros ni leches, va simplemente de defender lo nuestro. Si el mundo de la caza, el mundo rural en general, aprende a castigar con el "no voto" a los traidores, seguro que se pensarán mucho incumplir una promesa o ir contra nosotros. Somos determinantes, unidos tenemos una fuerza electoral inmensa, utilicémosla...
Viva la caza. Viva el mundo rural.
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