Las tribulaciones de Crédulo
Había creído, y así lo manifesté aquí en algunas ocasiones, que la guerra de Ucrania, tras un ajuste neuronal de sus instigadores, terminaría más pronto que tarde, tras el derroche innecesario de vidas e historia, y un mínimo de sentido común y racionalidad.
Hoy leo que la escalada continúa, y empiezan a entrarme dudas.
Rusia alerta de que Ucrania pretende volar Zaporiyia. Ucrania alerta de que es Rusia, que controla la planta con sus soldados, quien planea volar Zaporiyia. Eso proporcionaría a Estados Unidos y la OTAN un pretexto para intervenir directamente en su guerra de poder para apoyar al régimen de Kiev.
¿Bandera falsa de los medios occidentales? ¿Se repite el sabotaje de la central de Kajovka, advertido durante meses por Moscú ante el Consejo de Seguridad de la ONU?
Eso parece, cuando Finian Cunnigham escribe en "The Times": "En ese caso, la OTAN debería intervenir con tropas sobre el terreno en Ucrania". Más madera.
¿Cuánto tiempo puede continuar la farsa antes de que el ciudadano estadounidense y europeo exija respuestas y rendición de cuentas a Washington y la Unión Europea sobre los cientos de miles de muertos y los cerca de 200.000 millones de dólares que han canalizado en apoyo militar al régimen de Kiev, desde que estalló el conflicto en febrero del año pasado?
La desesperación tanto de demócratas como republicanos, liberales o conservadores, convertidos todos en el "Partido de la Guerra", llega hasta el punto de que Biden ha dado luz verde al uso de bombas de racimo, prohibidas en más de 100 países (también España), con la excepción de algunos como el propio Estados Unidos, Rusia, China, Ucrania, Israel, Pakistán o la India.
En este momento de la historia, cuando todos estamos atrapados en el infierno de la pasividad frenética y el mundo entero está al borde del abismo, es imprescindible que hablemos exclusivamente de paz.
Echo de menos campañas multitudinarias como la del "No a la guerra" de Irak. ¿Dónde estáis?
Por cierto, reunión de la OTAN, los días 11 y 12 de julio.
Saludos cordiales.
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