La maldición de la mesa electoral
Ahora que lo pienso este podría ser el título de una peli de Netflix para ver el finde.
Todos sabemos que el próximo 23 de julio hay elecciones generales en España. Los distintos ayuntamientos han hecho los sorteos para designar a los afortunados que tendrán que pasar el día en la mesa electoral cumpliendo con sus obligaciones como buenos ciudadanos.
Acudir al colegio electoral a las ocho en punto es obligatorio, y no hacerlo puede ser penado con penas de tres meses a un año de cárcel.
Pues bien, yo he sido agraciada nuevamente y por tercera vez con la visita del notificador un sábado por la mañana. ¡Es la tercera vez que me toca el sorteo! Nunca en la vida me había tocado nada salvo el chollo del azar electoral, aunque esta vez será de suplente, con un poco de mala suerte estará el titular y me tengo que privar de echar el día ahí leyendo DNI y contando votos.
Me pregunto por qué a las personas que ya hemos estado en varias ocasiones no se nos exonera del sorteo, y no se cuenta con las miles/millones de personas que no pueden disfrutar de la experiencia ya que nunca les ha tocado a ellos.
Es más, me pregunto por qué no es algo voluntario, y bien pagado. Estoy segura de que más de uno no tendría ningún problema en pasar el día ahí, y sin embargo los pringados de turno tenemos que volver una y otra vez. Hay países donde el sistema es diferente y no se obliga a la población de entre 18 y 65 años a acudir a estos eventos. Además, en mi caso, no pienso votar aunque tenga que volver a pasar el día ahí, porque no me gusta nadie ni de un bando ni de otro. No tenía intención alguna de pasar por el colegio electoral.
Estoy empezando a pensar en·una cuarta vez que me toque, y creo que esa próxima vez no voy a ir. Cuando me citen en el Juzgado asumiré la condena de hasta un año de cárcel, aunque no tenga ni una multa de tráfico, tengo claro que no voy a conmutarla por un castigo monetario, no me da la gana, está la cosa muy malita como para pagar un dineral.
Recuerdo lo que me dijo en una ocasión una profesora de oposición licenciada, ella figuraba como analfabeta en el padrón para librarse de la maldición de la mesa electoral... tendré que pensármelo.
Seguro que más de uno se siente identificado con la sensación.
Debe rellenar todos los datos obligatorios solicitados en el formulario. Las cartas deberán tener una extensión equivalente a un folio a doble espacio y podrán ser publicadas tanto en la edición impresa como en la digital.
Las cartas a esta sección deberán remitirse mecanografiadas, con una extensión aconsejada de un folio a doble espacio y acompañadas de nombre y apellidos, dirección, fotocopia del DNI y número de teléfono de la persona o personas que la firman a la siguiente dirección:
Calvo Sotelo, 7, 33007 Oviedo

