Denuncia por percepción
Saben, bajo el paraguas de este Gobierno y sus socias de Podemos, ahora Sumar, se está creando algo muy dañino para la sociedad, la tiranía de las ofendidas/os por cualquier cosa. Convertirán la convivencia en un sinvivir de miedos, victimismo, percepciones, sensaciones, complejos, prejuicios... La autocensura impuesta.
Se implanta la denuncia por percepción. Hablo de denunciar discusiones de vecinos que según algunas es preludio de agresión. Muchas por frustración (es cierto, son muchos casos de mujeres asesinadas por sus parejas), pero eso no es justificación para violar la intimidad de los demás, no siempre lo que parece es. Entiendo que cuando dejamos este tema tan peliagudo en manos de la inexperiencia, la frustración les lleva a querer ser policías y jueces, todos sentimos la frustración ante cada tragedia en nuestras carnes. Cuando varias tragedias se repiten así, existe un denominador común, dejen de asociarlo al machismo o a la posesión, es salida fácil, el resultado ya lo sabemos, todo a peor. Hay detrás raíces en las que nadie quiere entrar: intereses económicos, deudas, hijos, hipotecas, ultimátum, amenazas, casa, ruina eterna... Acompañado todo de políticas erradas, adicciones, vicios, una mala educación que convierte a las personas (en este caso hombres) en piltrafa mental. La locura de la que nadie quiere entrar. No es posible que personas que hasta hace poco se amaron acaben así, tampoco es normal que ese hombre percibido por su entorno como una buena persona se convierta en asesino sin más. ¿Quieren entrar, o lo dejamos todo como está?
La violencia de género no se resuelve con un Estado policial y un telefonillo acusador que como vemos todo va a peor. Es más cuestión de educación y respeto, los que hemos cambiado por la permisividad y la falta de disciplina y de autoridad.
Los conflictos de pareja nadie puede saber cómo comienzan, solo los interesados. Decir que una discusión es preludio de una tragedia es como decir que montarte en coche es preludio de un accidente mortal.
¡Ya! Hay que sacar este tema del escaparate mediático para ponerlo de una vez en manos de profesionales: psicólogos, criminólogos, sociólogos, psiquiatras... Que de una vez hagan un estudio completo de los casos y ver ese común denominador que nos pueda aclarar tanta tragedia repetida.
Es un tema recurrente por las redes, ahí es gratuito opinar cualquiera, manipular y dar soluciones infantiles, donde se insulta y señala escondidos bajo perfiles falsos y seudónimos. Y esos mismos se escandalizan por discusiones entre parejas del piso contiguo. Es el colmo de la desfachatez. Ya sabemos que la estupidez no tiene límites.
Siempre hablamos de discusiones de pareja, no de golpes, intimidaciones y agresiones. Pero es igual, lo mezclarán todo. Se llama toxicidad.
No podemos convertir la sociedad en un sistema policial permanente por sensaciones o percepciones personales, deben existir pruebas y claras. Aconsejar denunciar discusiones de los vecinos con teléfono anónimo es convertirnos en espías al albur de cada sensibilidad personal. Es la tiranía de los por cualquier cosa ofendidos/as.
Si debemos denunciar por sensibilidad, por percepción y sensaciones, lo tenemos fácil, todos la días hay millones de abuelas que malviven solas sin salud, sin medios, sin memoria, sin vergüenza, sin nada... Ahí, esas vecinas no se muestran tan sensibles. Aunque no escuchemos sus lloros, todos sabemos vergonzosamente que existen, las administraciones también, ¿no percibimos sus lamentos, su olvido, sus miedos, su soledad...?: sociedad hipócrita.
De todos modos, insisto, la violencia de género hay que meterle mano urgentemente, pero sin medias tintas, dejarlo a profesionales y sacar a las chiquillas de ahí, solo impondrán un estado alarma mayor, seguirán dividiendo la sociedad sin arreglar nada, es lo que vemos.
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