«¡Aterriza como puedas, muchacho!»
El recordatorio. El salto de los paracaidistas militares en guerra. Es el dominador común que coloca al mismo nivel con el riesgo al general que al último.
Tenemos aquí a la vista la foto de toda página del superavión, un Airbus A380 de la compañía alemana Lufthansa que tomó tierra por primera vez en un aeropuerto español, concretamente El Prat, el pasado mes de octubre. Meca, qué pedazo de avión: tanto que la citada aeronave es considerada la más grande del mundo.
Tenemos asimismo aquí otro avión, un JU-52 (también alemán, mas éste del año de la pera...). Qué cariño le guardamos: desde él realizamos nuestros lanzamientos militares allá en el año 1951 en la Escuela Militar de Paracaidismo de Alcantarilla (Murcia), y después en la base militar de Alcalá de Henares donde en un tris no nos quedamos como profesiones para toda la vida...
¿Que por qué «La Tacita» escribe hoy este brevísimo cafetito? Oíd, no se ha podido resistir, verbigracia, lo de los controladores civiles aéreos españoles es mucho (ha sido demasié). Y además porque nuestros instructores paracaidistas nos decían siempre: «¡Venga, muchacho, salta y aterriza como puedas!».
Amables lectores, abrazos. Despedida y cierre probablemente hasta 2011. Si así fuese, felices Navidades y Año Nuevo. Érase una vez.
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