El desmonte de Aboño
Soy vecino de Carreño, y me levanto esta mañana y miro su edición digital, por estar lejos de la tierruca… Sorpresa cuando leo que la Corporación se plantea un recurso al auto que deniega la suspensión cautelar del desmonte del alto Aboño; a todos los señores que se plantean esto ahora, por qué no miraron el plan de impacto ambiental de ampliación de El Musel, ya hace unos cuantos años, en el que se planteaba el relleno con material de ese lugar. Ahora, todo el mundo a criticar y todos a oponerse, que también se opondrán al elevado sobrecoste del puerto, no?
Me sorprende cuando algún grupo parlamentario pide contraprestaciones a los vecinos de Carreño. ¿Desde cuándo se preocupan más allá de los límites de Candás? Porque no pedían eso cuando se asentaron en Carreño Ensidesa, Du Pont, Praxair y más empresas que se establecieron en este concejo, que lo único que hemos visto los vecinos de los pueblos afectados es cómo el Ayuntamiento se cobra el dinero de las expropiaciones de los caminos y demás bienes municipales, y después no se reinvertía nada en el pueblo afectado, ni siquiera se arreglaban los caminos en mal estado, a no ser que los vecinos estuviesen metidos todo un año en el Ayuntamiento pidiendo.
En estos momentos de crisis estamos buenos para pedir suspensiones de obras, sigan así, a ver de qué se alimentan los presupuestos municipales, solamente porque a algunos señoritingos se les pueda estropear la vista, cuando ellos están en una situación de precario, si es que no lo saben, la ley de Costas los pillará tarde o temprano.
Si el Ayuntamiento se quiere dejar pisar por Gijón es otra cosa, pues donde tienen que recurrir por el deslinde ya lo conocen, el Instituto Hidrográfico de la Armada, que es el que le puede dar cartas náuticas de cómo estaba la ría de Aboño antes de que se instalasen las industrias que tiene en su ribera.
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