La palabra

Mantener la palabra era en otro tiempo sinónimo de persona de fiar, de respeto y garantía.

Pues se da la paradoja de que ahora perdió ese valor incluso allí donde debiéramos exigirla con todas nuestras fuerzas, hablo de nuestros políticos.

Las promesas electorales son compromisos adquiridos ante los electores, por lo tanto, sagrado cumplirlas. De no hacerlo, deben existir justificaciones muy razonadas. Eso puede ocurrir una vez, hacerlo más es tomar el pelo a quienes confiaron en ti, es patológicamente impresentable.

Se dice que rectificar es de sabios, rectificar constantemente es tomadura de pelo.

Además, de lo que hablamos, y todos saben a quien me refiero (aunque en este apartado todos suspenden), es de hacer discursos y promesas de cara a la feria (así interpretan las elecciones) cuando miente descaradamente a sabiendas de que luego harán lo contrario.

Ejemplo: "Nuestro proyecto de cambio político defiende el cumplimiento íntegro de la ley y la Constitución. La izquierda no puede alinearse con los separatistas, es profundamente insolidario. No hay ninguna causa de izquierdas en el independentismo. Nuestros valores son los de la igualdad", lo dijo D. Pedro Sánchez.

- Así debe ser el Estado de Derecho, debe ser firme frente a los incumplimientos de las leyes y de la Constitución, ningún partido está por encima de las leyes. Y por supuesto totalmente de acuerdo en que apoyarse en separatistas no es de izquierdas. Blanquear sus delitos, tampoco. Indultarlos, tampoco. Negociar con prófugos huidos de la justicia, menos.

No es posible que menos de un millón y medio de votos (Junts+PNV+ERC+Bildu) sean quienes tengan la gobernabilidad de un país que les importa una bledo y del quieren separarse. Por mucho que le demos vueltas, quien pacta con esta tropa de independentistas pagando un precio altísimo, no solo económico, también de dignidad, queda descartado como hombre de Estado. Será un arribista al servicio de su propio interés. Un político debe tener, además de palabra, dignidad.

En la vida hay que mantener la palabra, fuera de ella solo queda engaño, manipulación y desconfianza.

Es que no solo tenemos los incumplimientos, también la propaganda inmensa que llega a convencer a muchos: suben las hipotecas sin freno, pedir una hipoteca ahora o un préstamo para lo que sea, imposible; la cesta de la compra, ustedes mismos; las residencias de ancianos, indecentes e inasumibles; las listas de espera de la sanidad ya ni contar, el empleo que se crea es de servidumbre barata para el turismo -¿cómo no van a venir, si les salimos regalados, sumisos y aceptamos propina?-. De la vivienda se acuerda ahora en campaña; los jóvenes, entre la precariedad laboral y el precio de la vivienda solo les queda esperar que mueran pronto sus padres para enmanciparse en la propia casa natal. Ni una vivienda de protección oficial, aunque transferida y asumida por las comunidades, el Gobierno ante un problema así debiera haber intervenido y creado las condiciones como hace con otros temas.

Es curioso, se quejan todos los sectores, faltan profesionales (que no trabajadores) y vemos ministras bailar y celebrar lo bien que marcha este país, dicen que como una moto. Serán, ¿cómo llamarles?, es cierto, las pensiones, el salario mínimo y social, la reforma laboral, vinieron dificultades, tratan de paliar los problemas... Pero eso no indica que, sin valorar otros temas más técnicos (deuda, déficit, inflación...) la situación no es tan boyante como nos la pintan ustedes. Además, si en cinco años no hacen seis cosas bien, ¿qué podríamos pedirles a ustedes?

Sobre otros aspectos intrínsecos de esta coalición anacrónica como es su apuesta por el ecologismo, animalismo y el feminismo; tampoco es lo que dicen, nada funciona como proclaman. El ecologismo y esa apuesta por las energías limpias nos llevó a perder empleo sin ser reemplazado por algo parecido. La electricidad, a pesar de la excepción ibérica, la pagamos mucho más cara que hace dos años. Los coches, carísimos, y los viejos no dejan que entren en las ciudades.

Esa protección animal nos lleva a destruir la ganadería, la agricultura y la vida en los pueblos, no pueden más: lobos, osos, jabalíes, nutrias, cormoranes... Hacen imposible empresas queseras, cárnicas, lecheras... La pesca para los bichos.

Qué decir de la violencia de género, cada vez más tragedias. Ustedes ya no son la solución, son el problema.

Luego presumen de apostar por el pasado, memorias históricas y democráticas, desenterrar muertos de más de 80 años que nadie conoció, y se olvidan de los ancianos vivos, de ellos millones de mujeres, sí, mujeres, con edad, solas, sin salud, sin medios, sin nada... pero mujeres que esa PAM-dilla de feministas no se acuerdan de ellas.

Se debe apostar por el presente y futuro, mirar atrás es perder el tiempo.

Apuestan por la muerte en vez la vida; eutanasia y aborto plazos. Incluso lo llevan a menores de edad sin consentimiento, eso es el culmen de los despropósitos.

Creo que nos esperan cuatro años de mucha incertidumbre, Europa como vemos con el euribor del BCE ya no está por la labor de seguir apostando por la estimulación económica y social, está pasando a la austeridad.

Como vemos, aunque Pedro lo niegue, exigirán impuestos, uno de ellos el peaje en autovías.

Los países tendrán que reducir la deuda inmensa de estos años de inyectar dinero para estimular la economía y ayudar a las familias.

Por eso sería necesario un gran pacto nacional (PP+PSOE) 136+122=258 escaños. La fuerza y la representación de la mayoría de españoles. Pero no, ahí está Pedro para sentirse importante entre partidos separatistas. Ahí se siente grande.

Podrían pactar dos años de presidencia cada uno (Pedro-Feijoó), ¿por qué grandes países lo hicieron y para nosotros es algo inasumible?