La terrible certidumbre de lo incierto
Tiene cáncer de colon, una pelota de tenis, y cáncer de pulmón, pelota de pimpón. ¿Se va a morir?
Una cosa es absolutamente cierta, la terrible incertidumbre de esta situación.
Se somete a todos los tratamientos posibles y ahí siguen los tumores. La terrible incertidumbre ha dejado de existir. Se ha convertido en una certidumbre aún más terrible, su muerte. Ya no existe ninguna duda, solo cuidados paliativos para el enfermo. Todo nuestro esfuerzo dirigido a la lucha contra la terrible enfermedad.
Certidumbre total sobre lo incierto de las elecciones en España.
Se han celebrado, ha desparecido la incertidumbre. Ha sido sustituida por una certidumbre aún más terrible: los convenimientos de Pedro Sánchez, él mismo los pregona, para, de nuevo, erigirse en presidente.
Aún desconocemos cuál es el factor definitivo que desencadena el cáncer, cuestión trascendental para poder erradicarlo. Solo queda hacer lo que se se está haciendo: seguir luchando.
No hay duda sobre el factor desencadenante de la enfermedad, Pedro Sánchez en España: los votantes españoles.
No debería haber duda, ¿se debe perder el tiempo buscando una cura, imposible, para Pedro Sánchez, o tratar de curar a la sociedad que lo mantiene activado?
No hay duda, digo yo, sobre qué decide la trayectoria de la sociedad humana: formación e información. Los padres, la familia, formarán a sus descendientes según su criterio. Juez y parte... Muchas dudas sobre la justicia que imparte.
La formación, desde el parvulario a la universidad, y los medios de comunicación son quienes señalan el camino.
Para qué decir nada sobre la educación, lo que tanto está dicho. ¿Y los medios de comunicación?
Haya o no elecciones: Sobre los políticos, de todo, según la tendencia, que consideran conveniente, los que dicen. ¿Han leído, visto u oído las mismas críticas feroces sobre ciudadanos que ejercen, o pueden ejercer, el voto en tal o cual sentido?
Yo no. No vaya a ser que el ciudadano se arreche y deje de leernos, vernos u oírnos:
¿Vamos a curarnos si no enfrentamos la causa de la enfermedad?
Pues eso.
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