Qué desgracia
Qué desgracia.
Lo he leído ayer en un periódico deportivo. Escrito por una famosa presentadora "española" nacida en Barcelona, dirigido a Isabel Díaz Ayuso.
"Una vez que pierdes la vergüenza de atacar en público a quien te da la gana, ya no te frena nadie. Eso parece que es lo que ha aprendido a hacer la chica del hoyito. Al día siguiente de las elecciones generales salieron por su boca palabras que seguían rezumando odio, desprecio y serias acusaciones contra Pedro Sánchez y su futurible político. ¿Pero esta mujer no sabe hacer política sin ensuciar todo lo que dice? No necesitamos gente así".
Algo que, ayer, ya contaba con casi 20.000 "me gusta" y cientos de comentarios, entre los que se puede leer lo siguiente: "Las urnas han sido claras: en España ni queremos ni necesitamos políticos así. Cierre al salir" o "No tiene límites, y le ríen y aplauden todo. Es insultante oírles decir la palabra libertad".
De lo pegado aquí arriba, algo con lo que no puedo dejar de estar completamente de acuerdo, "las urnas han sido claras".
Por lo demás, refiriéndose al hecho de que Ayuso dijera que Sánchez ya ha pactado con Puigdemont...
Vamos a ver. Si lo que yo hago fuera del conocimiento público y alguien dijera, o diera por hecho, que mañana, con un día de espléndido verano, se me verá bañándome en San Lorenzo: parida total ajena a cualquier asomo de posibilidad. La última vez que lo hice fue hace más de veinte años y ni se me ha vuelto a ocurrir meterme en el agua más allá de veinte centímetros por debajo de la rodilla.
De igual manera, de saber que la próxima semana, en el único súper que lo hizo en ocasiones tiempo atrás en Gijón, iban a poner a la venta cangrejo real del norte a buen precio, diera por hecho que el que suscribe iba a estar el lunes, a primera hora, a la puerta esperando que abrieran, pues estaría, simplemente, expresando una lógica realidad.
Si ves caer por la ventana un carajo a la altura del décimu pisu, normal que ya lu consideres estrapalláu en la acera.
¿En algún momento puso Sánchez remilgos para pactar con enemigos de España de toda índole para llegar a la Moncloa? ¿Entonces?
Aparte de todos los apartes, de haber estadística sobre insultos y demás improcedencias, ¿alguien puede tener duda de qué mano es la más insultona, gritona, alborotadora, liante, buscapleitos, agresiva, montagrescas y resto de etcéteras? Sí, los que, por diferentes motivos, ven el acontecer político con ojos daltónicos.
Y eso, pues sí, lo han dejado claro las elecciones. En España, ¡cantidad de daltónicos! mirando a Sánchez y compaña que ven, con sus ojos, toda esta conducta improcedente y lesiva para los intereses nacionales, una expresión de lo que ellos entienden como un ejercicio de libertad por y para el bien de España.
¡Cónchale! Qué pena.
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