El Remediu y la invasión de Red Eléctrica Española

El Remediu somos una parroquia, cinco pueblos, Solanu, Sierra, Robléu, Villamartín de Baxo, Villamartín de Riba y muchos núcleos menores y casas dispersas. Concejo de Nava. Un territorio en el valle central de Asturies de 3 por 4 kilómetros, unos 12,5 kilómetros cuadrados. Cordales al Sur y al Norte que nos separan de Bimenes y Sariegu y en el medio una sucesión de pequeños valles y colinas, llosas, prados, bosque autóctono, riachuelos y regatos, diversidad de flora y de fauna y de gente que vive y sueña aquí, con sus costumbres, su memoria visual y oral, su historia que acreditan en parte los once yacimientos arqueológicos catalogados como Bien de Patrimonio Histórico que poseemos.

Las líneas eléctricas nos han ido invadiendo durante los últimos años, lentamente, enseñoreándose de los altos como los antiguos castillos señoriales.

Línea S. Miguel I, 220.000 voltios, diez columnas de 30-40 metros.

Línea San Miguel II, 220.000 voltios, nueve columnas de 30-40 metros.

Otras tres líneas de potencia media, entre 40.000 y 100.000 voltios, treinta columnas de unos 12 metros.

Y ahora la Soto-Penagos, 400.000 voltios, dieciocho columnas de hasta 60 metros.

Hemos vuelto a sufrir, la expropiación sin concesiones, por cuatro perras, de las tierras que legaron los antepasados, que nos impidan o limiten la obtención de recursos de ellas; el arrasamiento de lo que interfiera la implantación de la columna, sea cultivo, bosque o monumento arqueológico (no les ha importado dañar el conjunto lítico de El Rebollalón, el túmulo de Jueyos, el Fornu del Fontín); los destrozos de tierras y caminos que no estaban previstos para las grúas y los camiones de gran tonelaje, al acercarse a la ubicación de las columnas. Ya están ahí pavoneándose las más nuevas y más elevadas señoras, sesenta metros que parecen aún más, la invasión de los altos se ha completado, y se culminará la de los cielos al darse la mano con los gruesos cables que están implantando; ya no queda paisaje natural de media distancia al que puedas levantar la vista. Vendrán después los batallones de desbroce bajo el cableado que donde les parezca cortarán a tiras el manto arbóreo que nos queda. Y por último llegará el paso eléctrico y la afectación a nuestra salud y la de animales y plantas. Ya sabemos que a mayor cercanía entre líneas, a mayor voltaje, mayor magnitud del impacto.

Minimizarán los efectos negativos, pero los estudios científicos ya no pueden negarlos. Y no podemos creerlos. Nos engañan con la necesidad energética cuando Asturies exporta más de un 30 por ciento de lo que produce. Nos ocultan las enormes pérdidas energéticas que produce el transporte. ¿Por qué tiene que producir Asturies la electricidad de otras comunidades si los actuales grupos generadores se pueden implantar en cualquier parte? Encima vienen las eléctricas a boicotear el uso de nuestro carbón. Nos mienten con las bondades de la producción eléctrica cuando en otras comunidades no quieren producirla por la alta contaminación y la baja rentabilidad social. El negocio de la producción y el transporte eléctrico son sólo para las grandes empresas que siguen obteniendo miles de millones de beneficios anuales, y nosotros, vecinas y vecinos, sufrimos los efectos negativos. Y los sufrimos individual y colectivamente y no recibimos la más mínima compensación por los daños: no reparan los destrozos causados en nuestra red de caminos por la instalación; no abonan a través del Ayuntamiento ninguna compensación por los daños paisajísticos, medioambientales, sanitarios, socioculturales; no pagan ningún canon anual al Ayuntamiento como hacen otras empresas ubicadas aquí y mucho más beneficiosas socialmente.

Este Gobierno de Asturies está subordinado a sus intereses.

Las vecinas y los vecinos estamos indignados. Sabemos lo que significa la electricidad en el mundo actual y la necesidad de su fabricación y su transporte. Como bien que se puede considerar público por su incidencia en el bienestar de toda la ciudadanía, nos indigna que unos poquísimos obtengan cuantiosos beneficios de su explotación y la mayoría suframos los aspectos negativos de su producción y transporte. Y pasen los años y no se invierta parte de esos beneficios para paliar los efectos nocivos del transporte haciéndolo subterráneo donde proceda; y no se simplifiquen las líneas asociándolas a una autopista de la electricidad que discurra por donde interese al bien público y no al bolsillo de las eléctricas; y no se racionalice la producción acercándola a las áreas de consumo disminuyendo la necesidad del transporte. Y sigamos hablando de necesidades del progreso mientras nos cargamos el medio natural que es la vida misma.

Con todo lo que llueve, indignante resulta que el Gobierno de Asturies aún no tenga o no haya hecho público un plan energético de Asturies, siendo además obligatorio legalmente para ser soporte de todos estos proyectos empresariales y le haya faltado voluntad política para elaborar un cuerpo legal que regule racionalmente este sector. Y triste que nuestro Ayuntamiento aún presuma de acuerdos con REE, como la variante de Nava, en el que sólo se ordenan migayes, sin tener seguridad aún si se desmontarán columnas o quedarán como opciones de futuro. Triste la incapacidad o la voluntad para controlar los desperfectos o pedir compensaciones.