Gracias al pueblo de Candás
Quería dejar por escrito mi profunda gratitud y admiración al pueblo de Candás.
Soy psicóloga sanitaria con 36 años de experiencia, escritora, conferenciante y cantante aficionada al jazz.
Es el segundo año que acudo al curso de jazz. No solo es una delicia por el nivel de los grandes profesionales que lo organizan e imparten, los conciertos, el ambiente de colaboración de los bares, los conciertos y el público. También quiero felicitarles por lo que hacen por los jóvenes de Candás. Estas organizaciones crean el perfecto ambiente social que rescata a los grandes creativos y pensadores que se encuentran en toda población y que, con frecuencia, se echan a perder por falta de estímulo. En Candás hay una joven cantera de músicos de jazz, en la misma línea que la famosísima Sant Andreu de Barcelona.
Como demostró el experimento social portugués, invertir en cultura, deporte y formación para el empleo es la mejor inversión para proteger a la población de la droga y de enfermedades mentales.
Se hizo lo mismo en Harlem, en los colegios públicos de los años 70, donde acudió mi maestro, el consagrado saxofonista Paul Stocker, que en estos momentos reside en Almería.
El Principado está haciendo maravillas. Gracias a estas iniciativas hechas con mimo y excelente gusto tenemos un muy feliz pronóstico para la juventud y muchos elegimos Asturias para el verano. ¡Hay compañeros que vienen desde Estados Unidos y Canadá!
Mis más sinceras felicitaciones y mi más profunda gratitud.
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