Y arrancó la Liga
¡Por supuesto! vi el Madrid. Y, como siempre, cuando ando en esta movida, cada dos por tres me pregunto, ¿me gusta el fútbol?
Y como siempre, no soy capaz de responderme. Me digo, oye si veo los partidos del Madrid será porque me gusta. Y sigo. Claro, parece evidente, pero lo evidente es que me gusta ver los partidos del Madrid, no me pierdo ni uno, sin embargo no me atrae, en absoluto, ver ningún otro encuentro.
En ocasiones, como ayer, lo intento con el Barcelona, pero, por lo visto, en mí, son, infinitamente más decisivos, los impulsos positivos que los negativos.
No me pierdo un partido del Madrid porque quiero verlo ganar todos los partidos. Y no veo ni un partido del Barcelona porque no quiero verle ganar ni uno. Los demás equipos me son indiferentes.
Es decir, mi interés se centra en dos equipos y, aunque a uno no quiera verlo, por el temor a que gane, ahí está mi interés. Lo que, en ocasiones, como ayer contra el Geta, siendo el primer partido... Oye... Un vistacito... Vi el primer tiempo, no resistí más.
Bien, de nuevo con el fútbol, uno entre los tantos y tan variados haceres no naturales que acontecen.
He dicho no naturales porque, evidentemente, no son creaciones de la naturaleza, sino del ser humano, claro.
Cuando apagué la tele y, en vez de mirar me dediqué a pensar, me dije: Lo natural, no porque sea obra de la naturaleza, sino porque es la “natural” evolución de la sociedad humana. Cada vez más derraspada y derrapando a mayor velocidad.
Para mostrarme congruente con la línea, tendencia, que sigue el juego, pienso que, si no lo hacen ya, los equipos deberían entrenar duro con el “Sanda”, disciplina china mezcla de kung fu y kickboxing. Y, en cuanto al juego en sí, los encuentros, sin árbitros (para lo que están ya), únicamente “dirigidos” por cuatro cámaras, una en cada línea del terreno de juego, que determinarán el traspaso del balón por cada una de ellas, sin más. Sobre la reacción del respetable, a esta nueva normativa, no me atrevo a opinar. Últimamente, la Nueva se muestra muy renuente conmigo. A ver qué pasa con esta.
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