Burro con patatinos
Decía hace unos días el señor Barbón, en cuanto a las corridas de toros, que ahí existe «maltrato animal».
Supongo que cuando le inviten a comer «burro con patatinos», que suelen prepararlo muy bueno en cierto lugar de cuyo nombre no quiero acordarme del concejo de Caso (aunque hay que garantizar 25 comensales), deduzco que dirá que no. Porque para llevar ese tipo de carne al plato antes hubo «maltrato animal».
Supongo que cuando le inviten a comer una parrillada, que la gente suele preparársela en esas barbacoas de ahora donde fluctúan unos generosos gases con propiedades cancerígenas, deduzco que dirá que no. Ya que para llevar ese tipo de «costillitas», como dice alguna comensal, al plato, antes es de sospechar que hubo «maltrato animal».
Supongo que... Tampoco es necesario extendernos más.
Es simplificar mucho las cosas decir que en el arte de lidiar un toro hay «maltrato animal». Lo que posiblemente exista es una manera un tanto artística de llevar a un toro a su final, a la muerte, ya que la alternativa es que el toro llegue a enganchar al torero (que ahora hay hasta quien se alegra). Partiendo de la base de que el Hombre sabe de la muerte y no el animal, según los filósofos. Porque lo que hay en la plaza, en ese momento, es, y según los entendidos, una lucha a vida o muerte entre un hombre y un animal, que es de lo que viene tratando durante años el arte de la tauromaquia (espectáculo, fiesta, lidia), muy arraigado en la historia de España, por cierto, y con testimonios muy notables en nuestra literatura, cinematografía, pintura y escultura.
Me alegro, en fin, que en Gijón, y por esas cosas de los cambios de Corporación municipal, puedan disfrutar este año de una corrida de toros. A quien no le guste está en su derecho de no acudir. Porque, últimamente, veo que los que presumen de ser muy «progresistas» (menuda chorrada) son los de comportamiento más sectario. Cuando en España la censura ya hace años que no existe. Lo que sí parece que exista es «maltrato» de los antitaurinos hacia nuestro Presidente, que le deben de presionar para que diga algo contra el hecho de que estos días de agosto haya toros en Gijón. Menuda pandilla.
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