Gracias a Mario Vargas Llosa
Magnífico el discurso de aceptación del Premio Nobel de Literatura que Mario Vargas Llosa tuvo a bien regalarnos el día 7 de diciembre en Estocolmo.
Sólo los muy buenos, los elegidos, los verdaderamente artistas en la confección del tejido labrado con palabras, pueden decir tanto y tan interesante desde el corazón, sin tapujos y con elegancia, y con la sencillez de su prosa que siempre le caracterizó.
Discurso que no sólo es digno de escucharlo de su boca, por su buena dicción y templada voz, sino que se merece una detenida lectura y que se guarde, impreso, junto a su obra, para que tengamos así la oportunidad de recrearnos cuantas veces queramos en su "Elogio de la lectura y de la ficción".
A Vargas Llosa tuve el privilegio de conocerle a través de sus libros cuando era una joven universitaria, muy amante de la lectura, a través de dos pequeños libros: "La ciudad y los perros", y "Los cachorros", dos obras que guardaban en su interior esencias profundas que al instante me cautivaron y que hicieron que Mario Vargas Llosa se convirtiera, para siempre, en uno de mis escritores favoritos.
A este hombre, agradecido y orgulloso de su doble nacionalidad peruana y española, y que dice sentirse ciudadano del mundo, le expreso mi más sincero agradecimiento por haberme hecho partícipe, con sus escritos, de sus nobles sentimientos hacia la literatura: la lectura convertía el sueño en vida y la vida en sueño.
Debe rellenar todos los datos obligatorios solicitados en el formulario. Las cartas deberán tener una extensión equivalente a un folio a doble espacio y podrán ser publicadas tanto en la edición impresa como en la digital.
Las cartas a esta sección deberán remitirse mecanografiadas, con una extensión aconsejada de un folio a doble espacio y acompañadas de nombre y apellidos, dirección, fotocopia del DNI y número de teléfono de la persona o personas que la firman a la siguiente dirección:
Calvo Sotelo, 7, 33007 Oviedo

