La debacle del fútbol
El fútbol era el deporte rey en nuestra sociedad y digo era ya que de un tiempo a esta parte ocurrieron una serie de acontecimientos que lo llevaron al más absoluto desastre.
Todo es dinero, el deporte queda en un segundo plano. La Real Federación Española de Fútbol llevó la final de la Supercopa de España a un país extranjero, donde hay dinero a espuertas ( no solo para la Federación, sino también para un futbolista que estaba en activo y cuyo nombre no voy a mencionar pero que todos conocemos). «Esperpéntico». Aquí no pasa nada.
Ahora sale a la luz el «Barçagate». Desde el año 2001 hasta el año 2018, el FC Barcelona pagó al excolegiado y vicepresidente del Comité Técnico de Árbitros más de siete millones de euros y no digo supuestamente ya que el propio club facilitó a la Agencia Tributaria, previo requerimiento, las facturas expedidas por dichos pagos a la empresa del Sr. Enríquez Negreira. Es un hecho sin precedentes. Lo más probable es que quede todo en agua de borrajas. Al tiempo, la UEFA castiga a Osasuna por un asunto menos grave, pero el Barça, como siempre, «de rositas».
Este club, el FC Barcelona, está económicamente en una situación crítica. No lo digo yo, lo dijo en rueda de prensa el flamante presidente Sr. Laporta. Dijo textualmente: «La situación económica es mucho peor de lo que pensábamos, tenemos una deuda neta de 1.350 millones de euros».
Lejos de apretarse el cinturón, con el consentimiento de la Liga de Fútbol Profesional, de la Propia Real Federación Española de Fútbol, incluso del Consejo Superior de Deportes, y de todos los estamentos que dirigen el fútbol, el Barcelona empezó a aplicar «palancas», a fichar a diestro y siniestro, a inscribir jugadores (a veces), y todo el mundo «mutis por el foro». Y como dije antes, no pasa nada.
Está demostrado y existen grabaciones al respecto, que el hijo del mencionado excolegiado, cuando el Barça jugaba en el Camp Nou (ahora Spotify), acudía al hotel a buscar al equipo arbitral y llevarlo al estadio. En una de esas grabaciones, se dice por parte del Sr. Enríquez Junior a los árbitros: «Hoy el Barcelona se juega mucho, ya sabéis lo que tenéis que hacer». ¡Espectacular! Insisto, aquí no pasa nada.
Habrá que ponerse manos a la obra, los dirigentes, los árbitros, los presidentes de los clubes, los responsables del VAR, y los aficionados en general, para que este despropósito no ocurra más y podamos disfrutar de los partidos de fútbol como antes.
Un saludo.
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