El deporte no es Rubiales
Soy mujer, soy feminista porque mis padres me lo permitieron y alentaron a hacer lo que hacía un hombre, no porque viniera alguna ministra a contarme que lo tengo que ser. Trato con muchas chicas jovencitas y son machistas por convicción dejando que sus “novios” les controlen el teléfono y viéndolo como normal, o que les peguen y lo disculpen, entre otras cosas. Pienso que esto debería tratarse desde la educación en casa, porque parece ser que de las normas pasan.
Deberíamos estar orgullosos de los méritos alcanzados últimamente en los campeonatos mundiales, como es la medalla de oro de fútbol femenino; Álvaro Martín y María Pérez, en atletismo; oro, plata y bronce en piragüismo; Aitana, campeona del mundo de judo, etc. Pero resulta que en las noticias no oímos nada de ello y pasa inadvertido, como si no existiera, solamente tenemos noticias de la selección española de fútbol masculina, que es la que da dinero e interesa.
Y de repente, las mujeres nos encontramos con que nos siguen utilizando. La selección femenina de fútbol es campeona del mundo, pero las noticias que conocemos son del beso de Rubiales. Puede que no sea un ejemplo de persona y que habitualmente haya obrado mal, comisiones de la supercopa de Arabia Saudí, los problemas con Tamara Ramos, utilización de dinero de la Federación para fiestas y viajes personales, entre otros, pero en eso ni la Federación ni el Gobierno intervinieron.
Interviene el Gobierno, a su vez la prensa versionando su particular idea, manipulándonos y poniendo a todo el mundo en contra del personaje, y por ende, la Federación, impulsados por un pico en un momento dado de alegría, celebración, efusividad tras conseguir un Campeonato del Mundo. Viene a mi memoria cuando un equipo de fútbol masculino gana la Champions, Eurocopa, etc., todos los jugadores y directivos se abrazan, besan, etc., por los momentos de emoción y alegría que están viviendo y no pasa nada.
Pero no, un pico, el cual necesita según una ley que tengo que decir que no me representa, y vuelvo a insistir que soy feminista, autorización expresa la cual, si la chica no dio para atrás en ningún momento no fue forzado, además de tener en cuenta el momento y el sentido, que se ve no era sexual, pero como la chica se retractó públicamente, ¿alentada por alguien?, aún no entiendo por qué tenía que hacerlo, se supone que es agresión sexual.
Me parece bien que vayan a por Rubiales, que pidan su cabeza, pero no por esto, hay otros muchos motivos por los que deberían hacerlo, pero una vez más se nos utiliza a las mujeres como paladín, utilizándonos para fines personales y sin que ninguno, ni ninguna se oponga públicamente porque igual que no ser como Rubiales puede quitar hombría, no ser “feminista de ahora” puede quitar progresismo, cosa que no es cierta, porque han conseguido lo que querían, quitar protagonismo al fútbol femenino y demás deportes de segunda en este país.
Realmente me da grima ver a los periodistas, que van al unísono sobre algo que realmente no tiene importancia, que no se atreven a hablar en contra porque con ello pueden demostrar que no están con los tiempos y no son “progres”, y con esa mala praxis de su profesión nos convencen a la “masa” de que necesitamos que unos dirigentes feministas nos dirijan para ir por el buen camino.
Estoy orgullosa, como muchas, de ser mujer, con todos los problemas que trae un mundo de hombres, espero que sigamos ganando derechos, pero no consiento que para adquirirlos, o para que un partido concreto se sienta protagonista, se me utilice.
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