Mi familia y mis amigos (mi propiedad)
"Cuando un recién nacido aprieta con su pequeño puño por primera vez el dedo de su padre, lo tiene atrapado para siempre" (G. Márquez).
Eso solo se percibe en su justa dimensión cuando se es madre o padre.
"La gente habla de la mayoría de edad. Eso no existe. Cuando uno tiene un hijo, está condenado a ser padre y madre durante toda la vida. Son los hijos los que se apartan de uno. Pero los padres no podemos apartarnos de ellos" (G. Greene).
Ahora se lleva la no propiedad, nadie es de nadie dicen. Pero quien está ahí, en las verdes y las maduras, es por ese vínculo familiar de responsabilidad y propiedad. Mi familia, nuestra familia, no es mejor que la de los demás, pero decimos que es la nuestra.
Quiero felicitarme a mí mismo por formar parte de la mía, orgulloso de ella, ya desde nuestros padres se fue fraguando, pero la que realmente es el núcleo principal de ella es la madre, la mujer (Aurora), tenéis suerte hijos de semejante madre y persona, yo solo puedo pedirle perdón por no estar a su altura; bueno, tampoco tengo que ser tan cruel conmigo, hice lo que pude y más, pero a mucha distancia de semejante persona.
Es tan fuerte ese arraigo familiar que te hace desatender a esa otra familia: los amigos. Descuidamos a los amigos, ya que cada cual tiene sus familias, trabajos, obligaciones, problemas y distancias que impiden atender a esas personas tan importantes de nuestras vidas de la infancia, instituto, universidad, trabajo, mili, deportes...
Un abrazo inmenso para todos. Y aunque no nos veamos, muchos ni siquiera hablarnos en años, sabemos que estamos ahí. Todos nos recordamos, ¿verdad?
Por eso cuando nos vemos después de mucho tiempo, sentimos en ese abrazo el cariño y recuerdo imborrable, eso es para siempre.
Muchos ya faltan, por eso, antes de que sea tarde, nos hacemos viejos (ley de vida por otra parte), quiero mandarles un abrazo y un beso sin consentimiento por si un día Irene, Yolanda y esta Pam-dilla de matracas feministas llegan a prohibir besar hasta los amigos. Recuerden, todos forman parte de lo que somos cada cual. Gracias a ustedes, la vida ha tenido sentido. Lo demás, todo es secundario.
Mis amigos son ustedes, saben quiénes son. Hoy quiero especialmente destacar a los del Pozo Santiago por esos años duros (qué sabe nadie de tanto esfuerzo, miedo y compañerismo) la mina de nuestro tiempo era destajo y grisú, dos ingredientes que añadían al esfuerzo diario: miedo y asumir riesgo por igual. Noches sin dormir ¡Qué sabe nadie!
Hasta siempre amigos.
Debe rellenar todos los datos obligatorios solicitados en el formulario. Las cartas deberán tener una extensión equivalente a un folio a doble espacio y podrán ser publicadas tanto en la edición impresa como en la digital.
Las cartas a esta sección deberán remitirse mecanografiadas, con una extensión aconsejada de un folio a doble espacio y acompañadas de nombre y apellidos, dirección, fotocopia del DNI y número de teléfono de la persona o personas que la firman a la siguiente dirección:
Calvo Sotelo, 7, 33007 Oviedo