El honor de la verdad brilla en Covadonga
Apenas ha terminado este día de Asturias y ya han saltado a los medios de comunicación aquellos voceros del gobierno de turno, enfermos de náusea mortal, para quienes sería mejor que el arzobispo de Oviedo no se atreviera a decir qué aprueba ni qué censura, ni se hallara capaz de hacer un juicio, ni de dar un dictamen, y se convirtiera en oveja, en lugar de pastor, cerrando sus labios y mostrando un fallido y lánguido estado eclesiástico, cautivo del pensamiento único, uniforme y compacto.
¡Qué lejos están de ver sus deseos cumplidos! Como buen médico, el arzobispo analizó la conciencia de la sociedad en la que vive y se desarrolla la Diócesis a la que sirve, lo que es moralmente necesario y saludable para toda la comunidad. Como buen guerrero, que no conoce la política, se vistió exhibiendo su rango en la batalla contra los partidarios de las hordas salvajes. Como buen ministro, afrontó el encargo de hablar con firmeza y libertad desde lo alto, en su sede. Como buen católico, pidió la gracia del Señor, y todo hace pensar que la obtuvo por la vía directa y por la de la intercesión. Y como buen abogado, reservó los más eficaces argumentos para la homilía del día grande. De modo que, un año más, desde la cátedra del Evangelio, en la basílica de Covadonga, en el día de Asturias, brillo el honor a la verdad, como astro sereno, inmutable en su ser, al que no altera el desconcierto de los elementos, tan distantes. Una vez más, el báculo pastoral, golpeando contra las piedras, hizo manar agua dulce, refrescante y cristalina.
¡Que Dios le bendiga!
Debe rellenar todos los datos obligatorios solicitados en el formulario. Las cartas deberán tener una extensión equivalente a un folio a doble espacio y podrán ser publicadas tanto en la edición impresa como en la digital.
Las cartas a esta sección deberán remitirse mecanografiadas, con una extensión aconsejada de un folio a doble espacio y acompañadas de nombre y apellidos, dirección, fotocopia del DNI y número de teléfono de la persona o personas que la firman a la siguiente dirección:
Calvo Sotelo, 7, 33007 Oviedo

