Aunque las casualidades existen...
Hechos relevantes y extrañas casualidades vienen a confluir en los incendios repetidos en las islas griegas de Creta, Corfú y Evia, ardiendo por los cuatro costados. Días después, otra isla se prendía, esta vez, Sicilia.
Paralelamente, en la otra punta del mundo, otra isla, la de Maui, en el paradisiaco archipiélago de Hawái, era calcinada después de dos días de una "neblina extraña". Finalmente, esta vez en España, se quemaba la isla de Tenerife.
Ahora, el enorme terremoto "superficial" en Marruecos y el diluvio masivo que reventó dos represas en Libia...Miles de muertos y desaparecidos.
Ni los políticos ni los medios de comunicación lo han explicado suficientemente, así que, a menos que usted haya hecho un esfuerzo extraordinario para hacer su propia investigación y haya logrado evadir a los censores de internet y sus algoritmos, lo más probable es que no conozca estos desarrollos operativos, absolutamente de ciencia ficción.
Por incidir en este punto de los incendios forestales, digamos que no siempre son provocados por pirómanos pagados, sino también por "armas de energía dirigida" (DEW) de grado militar y otras tecnologías de "medios de modificación ambiental" (ENMOD), que incluyen infinidad de sistemas capaces de causar daños indescriptibles, destruir infraestructuras, viviendas, bosques y las vidas de todos los seres sintientes, incluidos los animales y los humanos
Esta "ciencia" se llama geoingeniería, y lo que estamos presenciando hoy, sobre todo en los últimos tres años, es una guerra abierta con energía electromagnética altamente sofisticada y armada con láser.
Si los sistemas de antenas HAARP son, desde un punto de vista militar, un arma de destrucción masiva que opera desde la atmósfera exterior, capaz de desestabilizar los sistemas agrícolas y ecológicos en todo el mundo, las "armas de energía dirigida" (DEW) se definen como sistemas electromagnéticos capaces de convertir energía química o eléctrica en energías radiadas, que luego son disparadas por rayos láser a la velocidad de la luz sobre objetivos específicos.
La autora de "Planeta Tierra", Rosalíe Bertell, declaró: "Los científicos militares estadounidenses están trabajando en sistemas meteorológicos como arma potencial. Los métodos incluyen el aumento de tormentas y el desvío de ríos de vapor en la atmósfera de la Tierra para producir sequías o inundaciones específicas".
Según el documento AF 2025 Final Report de la Fuerza Aérea de EE UU, "la modificación del clima ofrece al combatiente un programa de opciones posibles para derrotar o coaccionar a un adversario", capacidades que se extienden hasta provocar inundaciones, huracanes, sequías y temblores... La capacidad de generar precipitaciones, niebla y tormentas en la Tierra o de modificar el clima espacial..."
Si recuerda, durante la guerra de Vietnam ya se utilizaron técnicas de siembra de nubes, a partir de 1967, en el marco del proyecto "Popeye", cuyo objetivo era prolongar la temporada de monzones y bloquear las rutas de suministro enemigas a lo largo del Camino Ho Chi Minh.
Lo que se planea ahora son guerras climáticas y meteorológicas, guerras en las que los terremotos y los volcanes, los incendios, inundaciones y sequías, los huracanes y las lluvias monzónicas, desempeñarán un papel central.
¿Esto hace que vivir hoy en la Madre Tierra sea más aterrador? ¿Se trata de infundir miedo para impulsar la Agenda 2030, o es real?
"El objeto del terrorismo es el terrorismo. El objeto de la opresión es la opresión. El objeto de la tortura es la tortura. El objeto del asesinato es el asesinato. El objeto del poder es el poder. ¿Ahora empiezas a entenderme?", George Orwell, 1984.
Saludos cordiales.
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