Igualdad salarial entre hombres y mujeres, ¿cuándo?

La Organización de las Naciones Unidas proclamó el 18 de septiembre como Día Internacional de la Igualdad Salarial. Tema importante. A trabajo equivalente, salario equivalente. Es lo lógico, así tiene que ser. Comenzamos el verano con la noticia de que el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia, en sentencia de 29 de junio, declara improcedente el despido de una ingeniera que trabajaba para una asociación de empresarios del sector del metal, condenando a la empresa a optar por readmitir a la trabajadora, o bien abonarle en concepto de indemnización 90.973,63 euros. Declara el Tribunal que se ha producido una vulneración de los derechos fundamentales de la empleada al existir una desigualdad salarial entre las mujeres y los hombres: aun desempeñando las mismas funciones y con titulaciones equivalentes, los varones percibían una mayor remuneración que las mujeres.

Resulta llamativo que la empresa disponía de un plan de igualdad, realizado pocos meses antes del despido, que reconoce la existencia de una brecha salarial por razón de género en todas las categorías profesionales de entre el 20% y el 21%. Entiende la sentencia que la práctica de la empresa confirma la existencia de un techo de cristal y una masculinización del puesto de coordinación que desempeñaba la trabajadora, debiendo percibir los mismos complementos que sus compañeros varones con sus mismas funciones. Dicha discriminación retributiva conculca el artículo 14 de la Constitución Española: todos somos iguales ante la ley sin distinción de sexo.

Este asunto gozó de una amplia cobertura mediática, pero no es la primera vez que nuestros tribunales condenan a empresas debido a la existencia de una brecha salarial de género. Un rápido vistazo a la jurisprudencia de los últimos años nos permite comprobar que, por ejemplo, un Juzgado de lo Social de Gijón, año 2020, estima la demanda de una trabajadora a la que ascendieron siete años más tarde que a su compañero, recibiendo menor remuneración que este aun desarrollando las mismas funciones. O año 2022, sentencia de Madrid, ingeniera que presta servicios como técnico superior siendo su salario considerablemente inferior que el de su compañero, técnico grado medio, trabajando ambos en el mismo departamento y con las mismas atribuciones.

Estas diferencias salariales no solo afectan a trabajos de especial cualificación: el Tribunal Supremo, sentencia de 2023, reconoce la desigualdad salarial de una trabajadora del sector de la limpieza; Tribunal Superior de Justicia de Canarias, año 2021, condena a una unión de empresas a eliminar la categoría de “peón” (en la que encuadraba a las mujeres) y a cobrar el mismo sueldo que los varones, adscritos a la categoría de “peones polivalentes”; o sentencia del TSJ de Madrid de 2021 que estima la demanda de una trabajadora de un departamento de administración cuyo salario era inferior al de sus compañeros.

Incluso se ha condenado a las Administraciones Públicas, cuestión sorprendente pues las retribuciones en la función pública están sometidas a un control del que carece el sector privado. Para cerrar el verano, nos encontramos con la denuncia de las futbolistas españolas, cuyos salarios son cuantiosamente inferiores que los de los hombres.

Eurostat establece la brecha salarial en España en un 8,9% (solo se incluyen empresas de 10 o más trabajadores), y el INE, en función de los parámetros considerados, revela que la diferencia puede llegar a ser muy superior (un 18,4% tomando la AEAS de 2021).

LA ONU fija en el Objetivo de Desarrollo Sostenible 5 la eliminación de todas las formas de discriminación contra las mujeres y las niñas en el mundo, siendo una de ellas la desigualdad salarial y la existencia del techo de cristal, que perpetúan los roles de género.

Para ello es indispensable la implicación activa de toda la sociedad, debemos denunciar, no limitarnos a observar; mujeres afectadas: atreveos a acudir a la Justicia; exijamos que se dote de medios económicos y personales a Inspección de Trabajo y a Justicia para que desarrollen sus funciones de manera eficaz.

Desde la Asociación Mujeres de Empresa trabajamos en la erradicación de las discriminaciones por razón de género, abogando por la necesidad de incorporar las herramientas precisas para eliminar las desigualdades en el ámbito laboral.

Es responsabilidad de todas y todos conseguir una igualdad real y plena entre hombres y mujeres, procurando la visibilización y eliminación de las diferencias de trato, y no solo reivindicar este derecho fundamental cuando se celebra el Día Internacional de la Igualdad Salarial.