La calamidad de las carreteras asturianas
El pasado 25 de septiembre comenzaron las obras de reparación del firme de la autovía "Y" en el entorno del nudo de Serín, en el que confluyen los tráficos de Oviedo, Gijón y Avilés. Nada más y nada menos. Estas obras coinciden, a su vez, con las sempiternas de la ampliación del tercer carril de la misma "Y" a su paso por Lugones.
Por ello, aquellos que se decidan a circular durante estos días por la interrumpida y congestionada "Y"a asturiana tendrán que soportar cortes y atascos kilométricos, pitidos e incluso alaridos de los más iracundos conductores.
Por todos es sabido y por los asturianos padecido que las conexiones de Asturias con el resto de la nación son escasas, caras y abruptas. Y no es nuevo, ya lo apuntaba el hispanista B. Dihigo en sus investigaciones sobre el Reino de Asturias (718-910), en las que decía lo siguiente sobre la situación de la región en aquella época: «No había ninguna gran vía de comunicación que uniese Asturias al resto de España. A diferencia del alto Aragón, Navarra o Galicia, el país había quedado al margen de la red de caminos». Aceptamos pues, aun con resignación, que desde sus orígenes Asturias ha estado incomunicada con el exterior. Pero nos resistimos a aceptar que ahora también lo estamos en el interior.
Las obras de ampliación del tercer carril de la "Y" comenzaron en junio de 2020 y, según el Ministerio de Transportes, deberían haber finalizado en mayo de 2023. Sin embargo, para asombro de todos, este plazo se ha ido prorrogando y las obras aún se están acometiendo. La ampliación del tercer carril, que seguro será bienvenido por los asturianos, ha causado un sinfín de molestias para todos aquellos que circulan a diario -que no son pocos- por la principal arteria de comunicación de las grandes urbes asturianas. Y, si a este embrollo le sumamos la acometida de cada vez más obras a lo largo del trazado, la comunicación por esta vía resulta más que complicada.
En definitiva, Asturias necesita unas conexiones ágiles y eficientes, tanto hacia el exterior como en su interior. Los obstáculos constantes en la principal vía de comunicación de la región, el lamentable estado de conservación de las carreteras comarcales y nacionales del Suroccidente y la carestía sin igual del peaje del Huerna lastran la cohesión y el desarrollo de nuestra región. La prosperidad de Asturias y el bienestar de los asturianos pasan también por unas carreteras dignas del siglo XXI.
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