Ladrones de gallinas y huevos en la oscuridad y la Ryder Cup
Cada día me parece más difícil creer que mi país se llamaba España. Todo bien manga por hombro que está, y sinceramente creo que esto ya es muy difícil de manejar. Nadie nos cuenta la verdad, ni siquiera un cuarto de ella. Todos pactan, "despactan" y ni remotamente nos llegan ni los pactos ni los "despactos", solo nos impactan los precios diarios, sobre todo porque el dinero cada día da para menos. Sin embargo, nada hacemos.
Es lo que pasa en un gallinero cuando tienes a las gallinas descentradas y a los gallos "se la suda" todo. Los delincuentes, ladrones de gallinas, cada día con más libertad para perpetrar fechorías, sin que les importe, ni remotamente, a aquellos a los que les llevan las gallinas y los huevos en la oscuridad de la noche. Estoy convencida de que la gran mayoría de los españoles tienen más que tocada la glándula pineal; de hecho yo creo que se la han desactivado o quitado. Jamás había visto tanta estulticia, tontería, chulería, mentiras de diferente tono y color y que nada aparezca en la prensa diaria, pues ahora has de buscar tan solo en la prensa extraordinaria.
Cada mañana reviso la prensa del día, bien temprano, casi de madrugada y artículos que leo en periódicos y revistas de otros países, aquí no aparece nada. Me hace pensar que la prensa no quiere que suframos antes de tiempo. Lo que tengo claro es todo aquello que nos producirá terror, estupor, gran abatimiento, encogimiento de alma, va a ocurrir.
Por mucho que nos fiemos de los "grandes dirigentes" con los que el algoritmo nos ha "bendecido" en este país, tengo claro que la caída, como una losa, de la "nueva anormalidad", impactará sobre nuestros cerebros y entonces ya será tarde, o no, si hacemos algo.
Sigamos disfrutando del 5-G hasta que las "élites pensantes" decidan usarla para otros menesteres menos lúdicos y la empiecen a utilizar más como ataque a la libertad de expresión, que ya lo hacen simplemente eliminarla porque no será un artículo de primera necesidad.
Solo nos quedarán los libros, muchos para releer y otros para leer por primera vez, porque tendremos más tiempo libre sin tantas ocupaciones en la red de redes. La verdad y el conocimiento nos hará libres, recordémoslo siempre.
Un familiar muy cercano, mi abuelo, se hizo maestro de Primaria cuando ya era mayor y poco después estudió Derecho. Lo recuerdo en aquella mesa de despacho de una recámara que usaba como su centro de operaciones para preparar sus clases y actualizar sus defensas o ataques en los múltiples juicios con los que lidió. Lo recuerdo una tarde de verano, siempre estábamos con los otros abuelos un mes en un pueblo gallego, bueno, una aldea, y una de esas calurosísimas tardes de "infierno en la Tierra" -a veces también se ponían los cielos a retumbar tormentosamente- llegó un camión lleno de todos los tomos de la Gran Enciclopedia Larousse. Desde ese día, dedicaba extenso tiempo a revisar de manera alfabética esa Enciclopedia. Creo que el último tomo que quedó marcado en cierta página fue el de la T. Supongo que ahora, a muchos años de su muerte, ¡ya habrá tenido el tiempo suficiente de llegar a la letra Z!
Este abuelo siempre nos decía que si lees, sabes. Si sabes, controlas tu vida. Si tienes tu vida bajo control, siempre encontrarás la verdad, que es la salida de la mentira autoinfligida o infligida por otros medios, los políticos, los familiares, los sociales, los fácticos o los de cualquier otro tipo. Si algo que pasaba no se podía considerar normal, él estaba seguro que no lo era, aunque los cantos de sirena dijeran que estaba bien. Por eso hay que saber, hay que leer y cultivarse, hay que buscar las respuestas a las mentiras de otros. Saber siempre, siempre, nos hará humanos responsables e incluso un tanto felices.
Les dejo con algunas frases de "El club de la lucha", del año 1999, una especie de adelanto de muchos acontecimientos que aún no hemos ni "vivido" ni "disfrutado":
"Tenemos empleos que odiamos para comprar cosas que no necesitamos".
"Solo cuando perdemos todo, somos libres de hacer lo que queramos".
"No somos nuestro trabajo. No somos nuestra cuenta corriente. No somos el coche que tenemos. No somos el contenido de nuestra cartera. No somos nuestros pantalones. Somos la mierda cantante y danzante del mundo".
"Nuestra guerra es la guerra espiritual, nuestra gran depresión es nuestra vida. Crecimos con la televisión que nos hizo creer que algún día seríamos millonarios, dioses del cine, o estrellas del rock. Pero no lo seremos, y poco a poco lo entendemos, lo que hace que estemos muy cabreados".
Por fin ya les dejo libres y me despido como hago cada día, les deseo paz y bien, pásenlo bien y pórtense muy bien. Nota deportiva del día: Europa ha devuelto a sus vitrinas la Ryder Cup tras aquella humillante derrota en Whistling Straits en 2021 por 19-9. El resultado también ha sido ostentoso como aquel, pero el único objetivo era traer de nuevo la copa al Viejo Continente. Finalmente, 16'5 a 11'5 para Europa. ¡Hala, con Dios!
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