¿El Alcalde responsable?
Salvo en Oviedo, soplan aires de democracia en el mundo. Con las pasadas elecciones en EE UU, parece que se levantan nuevas ideas y nuevas voces en un planeta de crisis, de corrupción, de cambio climático y de guerra.
Parece, sí, que la democracia se ensancha por los cuatro costados menos por el de Oviedo. En Oviedo adelgaza por cuatro cochinas pesetas, como decía la canción.
Al alcalde, Gabino de Lorenzo, se le ha ocurrido la vieja y reaccionaria idea de usar el maldito parné para estrechar la democracia, para conseguir apagar la voz del único concejal de Ciudadanos por la Izquierda, Roberto Sánchez Ramos, "Rivi".
¿A qué tiene miedo Gabino de Lorenzo? ¿A un único concejal entre 27?
¿Qué tendrá el concejal de Ciudadanos por la Izquierda, que no representa más que a un 3,7 de la Corporación municipal y un grano de arena en el presupuesto para que no le guste al Alcalde? ¿Molestará que trabaje más ese concejal solo que otros grupos municipales completos o que destape coladas sucias?
No hay dinero mejor empleado que remunerar a quien trabaja con creces por una ciudad de fanfarria y pandereta en la que disfrutan de mejores instalaciones y cuidados los caballos que los vecinos, y no hay más que adentrarse por los accesos al hípico de Oviedo para comprobarlo.
Aun así, para ahorrar, el Alcalde retira el sueldo al concejal Rivi y la subvención a su grupo.
No es un favor al contribuyente ni es un favor al Ayuntamiento, aunque Gabino de Lorenzo presuma también de dejar de cobrar su sueldo del Ayuntamiento. Sí, lo hace, pero sin dejar de seguir cobrando de otra caja de dinero público, de arcas que llenamos los mismos ciudadanos. Pobre altruismo, pobre presunción.
Pero Gabino de Lorenzo no dicta en nombre propio. Gabino, en el municipio, no es dueño y señor por su persona, sino porque tiene el mandato de sus votantes. Gabino no es más que el representante de la comunidad de vecinos, que le ha elegido por gran mayoría.
A menos que se abjure, el votante es responsable de los actos públicos de la autoridad elegida. La responsabilidad tiene nombre, no sólo propio, sino también colectivo. Así es la democracia de la que tanto nos vamos alejando.
Soñando en utopías, el voto no sólo no debería ser secreto, sino firmado como poder notarial. Ante tanta prevaricación, tanto desfalco, tanta corrupción de los que nos informan a diario, los costes no deberían caer, a escote, sobre las espaldas de todos, sino de los que han dado poderes para hacer y deshacer tropelías. Y el que no esté de acuerdo o se sienta engañado por anteriores promesas, que demande al engañador receptor de su voto.
Entre tanto, Gabino sigue dictando gracias a los ciudadanos que han votado al PP.
Algunos de ellos, por ética, ya han rechazado decisiones tan arbitrarias del Alcalde.
Otros, autoritarios aquí, se atreven a dar lecciones de democracia fuera e insultan, desde esta madre patria, con soltura de lengua imperial, a mandatarios elegidos mayoritariamente por pueblos soberanos porque no gustan a estos señoritos demócratas. Cada uno, aquí y allí, somos responsables de nuestro voto y de los actos de nuestros representantes.
Mezquina democracia en Oviedo que por un puñado de cochinas pesetas se censuran voces e ideas, enflaqueciendo la democracia.
A los responsables sólo les queda asumir o renegar.
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