A mí, usted no me sorprendió, señor presidente
Cuando estamos a punto de culminar una de las etapas más negras de la política española desde la Transición, se van cumpliendo los pronósticos más pesimistas desde la llegada al Gobierno de un político socialista que ha hecho de la mentira su mejor baza de gobierno, camuflándola y cambiándola a su antojo, hasta llegar a estas fechas en las que todo parece indicar que la traición a la Constitución se consumará con la concesión de la amnistía y, tal vez, si sigue necesitando los votos independentistas catalanes, del referéndum unilateral. Pedro Sánchez ha decidido rehabilitar al prófugo Puigdemont y a sus cómplices cuando había dicho que lo traería a España y se encargaría de que fuese juzgado por los gravísimos delitos cometidos.
De todo ello se hablará mucho estos días y también de sus consecuencias, que dejarán una España de dos velocidades en la que la igualdad habrá desaparecido y se exculpará a quienes violentaron las leyes y continúan diciendo que volverían a hacerlo. Sobre este asunto, quiero recordar el artículo que publiqué el día 29/10/2020 en las páginas de este prestigioso diario, titulado “Sánchez, un infiltrado de Podemos en el PSOE”
En él, entre otras muchas previsiones, ya hablaba del asalto al Poder Judicial que acabó consumándose, de la nefasta gestión de la pandemia, de sus cesiones al independentismo, de las injustificables concesiones a los “okupas”, del riego de subvenciones en busca de votos, del abandono de la juventud –solo hay que ver las cifras del paro–, del desprecio a la oposición, de la que llegó a decir que nunca más se sentaría en un Consejo de Ministros, etcétera. Y de los pactos con Bildu, siglas tras las que se esconden nombres que participaron o consintieron el terrorismo de ETA, que mató a más de ochocientas personas, entre ellas varias del PSOE.
Sumario: Sobre las concesiones de Pedro Sánchez a los independentistas
Destacado: Todavía confío en que el señor García Page, que tanto pregona que está en contra de la amnistía, demuestre su valor oponiéndose firmemente a ella
Tengo 79 años y soy un ciudadano que fue educado en valores como el respeto, el esfuerzo y el trabajo, lo que me ha permitido formar una familia, en este momento preocupada, como tantas otras, por este devenir incierto que se nos viene encima.
He podido comprobar cómo, a través de las distintas etapas y gobiernos, la prosperidad se iba instalando en la sociedad, siempre con problemas y desigualdades, pero no tan acentuados como en esta etapa. Creo que desde que el PSOE se abrazó a sus actuales socios a todos nos va peor.
Finalmente, quiero manifestar públicamente que yo no estuve 490 días en Sidi-Ifni sirviendo al Ejército de Tierra, jurando defender la bandera de España, en un acto muy solemne celebrado en la explanada del Grupo de Tiradores de Ifni, n.º 1, para que un Gobierno como el actual manche esa misma bandera y el nombre de España para favorecer a unos delincuentes que, precisamente, quieren destruir España y queman su bandera.
Todavía confío en que el señor García Page, que tanto pregona que está en contra de la amnistía, demuestre su valor oponiéndose firmemente a ella. En estas ocasiones es cuando se ve la decencia y la fidelidad a los valores en los que se cree. Lo contrario es querer seguir subido en el carro.
Siento el máximo respeto por la figura del presidente del Gobierno, pero creo sinceramente que el señor Sánchez no está a la altura de su cargo. Lo correcto sería que hablara la ciudadanía a través de las urnas.
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