Leña al mono y el mono quieto
Asisto con pena y con decepción total al peligroso cambio de cromos que el socialismo y Sumar (donde se suponen que están todos los progresistas de izquierdas que tuvieron la “generosidad” de unirse para parar a la extrema derecha) están llevando a cabo. Y lo dice una que en sus 42 años de vida ha votado numerosas veces a Izquierda Unida, a Podemos, una vez; y una vez también al PSOE, otra a SOS Occidente y otra a SOS Asturias. Lo dice una que nació en aldea y que estudió toda la vida con beca del Ministerio y que conoce a gente socialista y trabajó para ellos, gente en su mayoría válida y de convicciones progresistas de verdad. Lo dice alguien de izquierdas de verdad, que cree en el progresismo y en el progreso y en que la base de la política ha de ser honesta, decente, equitativa y solidaria. No alcanzo a entender las tragaderas de los socialistas de carné, a los que llamo sociópatas, que nos quieren vender como normal que el PSOE llegue a un acuerdo de gobierno con un partido como Junts (Vox en catalán), que son la derecha radical, y que además han tenido los resultados más residuales de su historia. No voy a entrar a valorar el sistema de votación de este país, pero sí que entro a calificar como una auténtica prostitución de la política lo que estamos viviendo.
Cada quien puede envolver en lo que quiera sus decisiones, pero no somos tontos, y lo de la reconciliación de España es todo menos lo que se está haciendo ahora, abriendo las heridas a base de darles metadona (condonación de deuda) para parar el mono de hoy y alimentar las diferencias ya de por sí vergonzantes de mañana, y si no al tiempo. Vivimos hace mucho en un país donde hay ciudadanos que viajan en primera y otros en segunda, comunidades con privilegios históricos y que los demás con nuestra “solidaridad” tenemos o tuvimos que aguantar. Los mansos asturianos del paraíso… No me opongo a que ningún territorio se independice si así lo quiere, si así lo deciden en mayoría sus ciudadanos, cosa que nunca se ha hecho, pero antes de marchar eso sí, que paguen la deuda.
Es triste que como ciudadanos tengamos que tener políticos de esta calaña, a mí no me representan. Si de verdad hubiera altura de miras y con este percal en frente, el PSOE y el PP habrían llegado a un acuerdo por la paz social, demostrando que sí son dignos representantes del pueblo al que representan. Lo hicieron Basagoiti y Patxi López hace años. Pero no, es mejor asistir a esta función de circo. Decía Anguita, el mejor político que tuvo este país, que “un pueblo sin dignidad se pone de rodillas y se queda sin comer”. Pues así quedaremos todos el día de la investidura, de rodillas, mientras vemos cómo Puigdemont se ríe habiendo conseguidos tres cosas: burlase de un país entero, hacer saltar por los aires a la izquierda de este país y engrosando la hucha de una Cataluña que no ha tenido la oportunidad de pronunciarse.
Como decía uno de mi pueblo: “Leña al mono y el mono quieto”.
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