Un universitario con la conciencia tranquila

Hace unas semanas, en LA NUEVA ESPAÑA, fue publicado un comunicado –en el que yo era uno de los firmantes– sobre una situación que había ocurrido en las elecciones al claustro de la Universidad de Oviedo. Se nos denunciaba, a mi entender, sin base, pues se nos denunciaba como Coalición Por Humanidades, un colectivo estudiantil, pero fuimos disueltos por la Junta Electoral al no cumplir con los requisitos de una lista paritaria. La denuncia fue interpuesta por miembros de UDE, otra candidatura estudiantil, que en nuestra Facultad de Filosofía y Letras se presentaron como candidatos individuales. UDE no hay que ser muy hábil para saber que tienen relación con el aparato de juventud del PSOE, pues varios de sus miembros (o «miembras») son sus máximos dirigentes.

El motivo de la denuncia fue una captura de pantalla en una red social pidiendo el voto para los candidatos individuales de nuestra formación a las 00.06 el día de reflexión. La prueba presentada es una captura de pantalla; por lo tanto, en primer lugar, no hay una base que pruebe que nosotros somos autores de esa actualización, podríamos incluso decir que fue algún simpatizante que no se presentaba a las elecciones el que llevaba nuestros asuntos de campaña. Pero no, en un acto creo que de honradez (aunque en este Estado ser honrado parece ser delito) declaro que fui la persona que escribió ese estado en la red social en fecha legal, pero que por un error bien de mi conexión a internet o bien del servidor interno de la red social fue publicado con fecha de unos minutos pasadas las 00.00 del día de reflexión. Ese mismo día borré el estado horas después. Hay que tener en cuenta que en una red privada las personas que te tienen agregado te tienen como amigo, entonces se da por entendida su afinidad hacia nuestra propuesta, también se podía consultar mediante búsqueda de nuestra marca electoral «Coalición Por Humanidades» (medio utilizado para ver nuestro contenido en la red social y realizar la captura por parte de los denunciantes), lo que demuestra una intencionalidad en la búsqueda de nuestra página. Pero consultando el reglamento electoral y pido que alguna autoridad competente universitaria me responda si estoy confundido, en el Reglamento Electoral de la Universidad de Oviedo no he encontrado ningún artículo concreto referido al papel de las redes sociales. Por lo tanto, pese a no ser mi intención como se puede comprobar en la acción realizada de eliminar el estado ese mismo día, no encuentro base legal para que esa acción sea sancionada, debido a que no hay una prueba física que me pueda relacionar, salvo mi propia declaración. Nos fue incoado un expediente disciplinario por incumplir el artículo 37.1 del Reglamento Electoral que habla de impedir el correcto derecho al voto de la comunidad universitaria y creo que ese apartado no fue incumplido en ningún momento. Si hubiese querido hacer campaña el día de reflexión hubiese ido al campus del Milán a repartir folletos, no me hubiese quedado en mi casa de Gijón.

Tras las alegaciones oportunas, la instructora del caso decidió proponer el archivo de expediente a mis compañeros y una propuesta de apercibimiento de sanción en mi caso.

Los miembros de UDE empezaron la campaña dos semanas antes de la fecha permitida empapelando el campus del Milán, motivo por el que fueron apercibidos de sanción. El resultado final de las elecciones fue mayoría absoluta de UDE en la Facultad de Filosofía y Letras y nosotros ni si quiera sacamos representación en el claustro; por lo tanto, ese «gravísimo atentado» que he cometido a la democracia universitaria para ser denunciado por la candidatura vencedora se hace más aún, a mi entender, insignificante. Entiendo que no es equiparable una actualización en una red privada en la que solamente tienen acceso a nuestra información personas que nos han agregado o que quieren acceder voluntariamente a ver esa información con la otra acción de empapelar el campus de manera que la publicidad de UDE fuese visible por todos los miembros de la comunidad universitaria. Por lo tanto quiero mostrar en público mi disconformidad con la instructora del caso, que en respuesta a mis alegaciones ni se molesta en rebatirlas mediante artículos del Reglamento Electoral ni ha valorado mi actitud. Más que honrado parece que he sido tonto.

Nuestra candidatura, a pesar de no obtener representación, pudo resultar molesta por sus planteamientos contrarios al Espacio Europeo de Educación Superior y a la fusión de facultades; nuestra candidatura fue un caso único de colaboración, pues dejó aparcadas las ideologías políticas, cada candidato tenemos una distinta, y nos unimos en la creación de un proyecto común para ofrecer una alternativa de representación estudiantil, alternativa en la que no encaja la imposición del EEES.

En el transcurso de este asunto de la denuncia, un miembro de Coalición Por Humanidades se bajó del barco y reconozco que aunque me esperaba la acción por ser polos opuestos en ideología política, me hubiese gustado algo de solidaridad por su parte como miembro de este proyecto de representación concentrada de estudiantes.

Yo tengo la conciencia muy tranquila y mi ideología reafirmada; y a pesar de que mi honradez fuese menospreciada, voy a seguir diciendo lo que pienso, lo que probablemente sea un defecto: pero ni la UDE ni ninguna sanción me va a acallar, porque se puede discrepar pero nunca derribar de forma sucia como han hecho ellos. Y eso es lo que critico a los miembros de UDE: su falta de ética; ni siquiera nos respondieron a un correo enviado por nosotros de felicitación por la victoria (estarían ocupados denunciando). A pesar de que el apercibimiento de sanción no es grave, me siento herido, pues confiaba más en la democracia.

Esto es simplemente mi opinión y la gente puede estar a favor o en contra, pero no creo que con todo lo que he explicado anteriormente sea justa la forma de repartir justicia y, la verdad, me siento decepcionado con la UDE y con la instrucción de este caso.

Voy a recibir orgulloso el apercibimiento de sanción y voy a seguir defendiendo mi postura sobre los planes de estudios que se nos quieren imponer; y siempre desde la legalidad y con la conciencia tranquila, y reconociendo errores como en este caso, error que creo no merece la apertura de tanta parafernalia legal. Pero lo voy a hacer desde otras vías, pues tras esta propuesta de resolución la confianza que tenía en distintos organismos se ha esfumado y creo que el puesto actual que ocupo como representante de estudiantes en la Junta de Facultad de Filosofía y Letras no vale para nada. Para empezar, porque los estudiantes no han podido ejercer su derecho al voto para elegir a sus representantes (al no llegar al número máximo de candidatos inscritos) y, en consecuencia, nos han metido a todos sin votación, algo que considero injusto y motivo por el que no quiero ocupar ese puesto, abandonar ese puesto es abandonar el sistema pero no significa abandonar la lucha por mejorarlo. Simplemente quiero dar a conocer este asunto y agradecer de corazón a todas las personas que primero nos han apoyado como Coalición Por Humanidades y después a las que me han apoyado personalmente; y finalmente dar las gracias a LA NUEVA ESPAÑA por darme la oportunidad de expresarme en un gran medio de comunicación de masas.