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El cortijo de Mareo

25 de Diciembre del 2010 - Armando Argüelles Cabeza (Avilés)

Qué suerte tienen los amiguinos del alma que trabajan en la Escuela de Mareo. Viven, entre otros ingresos que entran en el club, del dinero que pagamos los abonados o socios (ya no sé lo que soy), sin que nadie les tosa o les controle, con horarios flexibles, buenos sueldos, etcétera. Así les va la vida a, lo que pomposamente ellos mismos llaman, el cuerpo técnico, es decir, gerente, director, secretario general, director o secretario deportivo, director de la escuela (ya me pierdo con tanto alto cargo), y al sursuncorda. Lo del presidente ya es un caso aparte. Este señor, por lo que dice, no cobra un duro. Es un santo: altruismo puro y duro. Si no ingresa nada por su cometido, ¿qué beneficio obtiene del cargo?, porque si no estuviera a gusto o le supusiera un quebradero de cabeza, no estaría, digo yo. Es decir, no cobrará pero se lo pasa bomba. Todo este entramado va tirando con la aquiescencia del que tiene el dinero, que es el responsable máximo.

En cambio, los socios o abonados somos un cero a la izquierda y, por mucho que todos ellos digan lo contrario y se les llene la boca de buenas palabras hacia nosotros, en realidad se la sudamos. Pero lo que no pueden es prohibirnos el derecho a opinar y a pedirles un mínimo de decoro, ya que hacen con nosotros lo que les da la gana, como es el caso de la subida del carné y los recurrentes días de club, en los que ponen los precios que a ellos les viene bien en cada momento. Digo esto porque, me temo, no están basados en estudios de mercado ni en nada congruente que se le parezca. Si así fuera no habría sido intervenido el club por los administradores concursales, jueces, etcétera, que son los que nos libraron de que los amiguinos nos hubieran echado a pique. Ahora, después de aprender a base de errores, marchan como dios y viven una continua luna de miel.

En lo concerniente al tema deportivo, nada de nada. Esta temporada juegan uno o dos jugadores de la casa. Ya me dirán si Mareo funciona, bueno, sí, funciona para los amiguinos del cortijo, que son los que se lucran de la escuela. Leí en una ocasión que hay un montón de monitores, entrenadores, etcétera. Tantas personas, ¿por qué, para qué, qué criterio se emplea para ingresar en la fabricona y, sobre todo, dónde están los resultados?

Como la cosa no va en lo económico ni en lo deportivo acaban vendiendo pronto y mal a los futbolistas que salen con cuentagotas y, por tanto, hay que ir a fichar a otros sitios a los que van con cuatro euros que serían más si se atajara de una vez el dispendio económico que supone mantener tanta infraestructura. Todo esto lo saben los del cortijo mejor que nadie, pero callan, no se salen del guión ni se mojan por nada del mundo, están en otra onda y a la plebe, que nos den. Se saben su papel y a vivir que son dos días, no se les vaya a acabar el chollo.

La verdad es que dan ganas de echar a correr de cómo está el mundo del fútbol y de todos los personajetes que lo rodean. Armando Argüelles Cabeza, socio del Sporting n.º 1.570, Avilés

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